Por Tom Tracy
Catholic News Service

WEST PALM BEACH, Fla. (CNS) – Un hombre de negocios de Filadelfia y cubanoamericano él mismo, que sigue lo que se desarrolla en Cuba, dijo que se está convirtiendo en algo más normal presentarse abiertamente con una postura religiosa en la isla que todavía es país comunista.  

“Se está haciendo popular ser católico en Cuba, hoy en día, aunque todavía falta mucho para poder alcanzar el siguiente nivel”, dijo Jorge Fernández, ejecutivo, nacido en Cuba que pudo regresar por primera vez a su patria nativa en 1998 cuando se llevó a cabo la visita del beato Juan Pablo II, con que inició otros muchos viajes después.

 “Creo verdaderamente que los vientos de cambio que empezó Juan Pablo II se acelerarán, y será una cosa positiva para el mundo”, dijo, añadiendo que insta a la administración de Obama a que alivie más las restricciones de viaje a la isla pues “es a base de compromisos (bilaterales) que se producirá un cambio”.

Feligrés de una parroquia de Buckingham, Pa., padre de tres hijos y director ejecutivo de Marketorum LLC, con oficinas centrales en Lambertville, N.J., empresa de mercadeo, estrategia de negocios y agencia de tecnología, Fernández está organizando una delegación privada de 50 estadounidenses que planean ir a la Habana y asistir a la Misa de clausura del papa Benedicto XVI, que estará en Cuba del 26 al 28 de marzo.

El viaje a Cuba no tiene relaciones oficiales especiales con ninguna diócesis, pero se ha permitido bajo las normas del Departamento de Estado que se aplican a viajes relacionados con actividades religiosas.  

Fernández se mantiene activo con el capítulo local de los Caballeros de Colón y la Asociación Católica de Dirigentes Latinos y ministerio de Misa en lengua española en la arquidiócesis de Filadelfia. Con frecuencia ha hecho declaraciones públicas para que se levante el embargo contra Cuba y ha presentado testimonio ante el Congreso para ese efecto.  

Y se refiere a la reciente liberación de prisioneros políticos, la expansión de los consejos de Caballeros de Colón en Cuba y la dedicación en el año 2010 del seminario de San Carlos y San Ambrosio, como señales del crecimiento y vitalidad de la iglesia en Cuba.  

Mientras tanto, muchos dirigentes cubanoamericanos del sur de la Florida parecen estar abiertos a nuevas formas de relaciones con Cuba, él así lo cree.

 “Sé que muchos cubanoamericanos son más tolerantes ahora; se dan cuenta que la manera de proceder es la de establecer compromisos mutuos, y que el tiempo cura muchas heridas; especialmente los católicos y cristianos tienen que perdonar”. 

Fernández opina que la falta de comercio y la falta de apertura de Cuba daña a los cubanos del pueblo, y ha trabajado con “Catholic Relief Services” (Servicios católicos de auxilio) y otras agencias católicas para llevar alimentos y ayuda a Cuba.

El arribo de Fernándwez a la Habana en 1998 para la Misa del Papa presentó una situación tensa, y trajo memorias de escenas caóticas en el aeropuerto cuando él y su familia huyeron al inicio de la revolución. Fernández había dejado Cuba cuando tenía 9 años de edad y su padre sacó a toda la familia (el abuelo había ocupado el cargo de ministro de agricultura) ante Jamaica por menos de un año, después en Miami, y finalmente en la zona de Nueva York.

 “Se me vinieron a la mente los gritos y los esculqueos en desnudo (en el aeropuerto)”, dijo de su peregrinación en el año 1998. “Pero ahora en Cuba lo tratan a uno con mucha propiedad y cortesía. Ver lo cálido del trato de la gente me sirvió en ese viaje para cambiar mi vida”.

 “Espero que este viaje del Santo Padre sirva para empujar a los que todavía se encuentran en la cerca para que se decidan a comprometerse con Cuba, viendo que es la acción correcta y que la gente inocente de Cuba es más importante que la política que siga uno o dos hombres”, dijo Fernández.

“El Espíritu Santo obra en forma misteriosa y estará muy presente”.

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