Discípulos Misioneros… Jóvenes Callejeros de la Fe

Catechetical Sunday 2017 Banner in Spanish

Discípulos Misioneros… Jóvenes Callejeros de la Fe

Ken Johnson-Mondragón y Lynette De Jesús-Sáenz

En nuestros días, estamos viviendo un despertar en la Iglesia de la importancia del ministerio pastoral en clave de misión1 y la centralidad del encuentro con y seguimiento de Jesús en toda pastoral juvenil.2 Ese tipo de ministerio no se desarrolla de la nada, sino que requiere líderes entusiasmados y comprometidos con su misión a la juventud, sobre todo entre los mismos jóvenes. Como dice el papa Francisco, "¡Qué bueno es que los jóvenes sean «calle­jeros de la fe», felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!"3 Luego profundizó en el tema cuando habló a los jóvenes en Rio de Janeiro:

¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos… ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. ¡Éste es el camino que ha de ser recorrido por ustedes!4

Todavía estamos lejos de esa visión; la realidad es que después de la confirmación, muchos jóvenes optan por descontinuar su caminata espiritual en la Iglesia.5 Entre los inmigrantes latinos, pocos participan en grupos parroquiales de adolescentes, pero en algunas parroquias existe una pastoral juvenil hispana vibrante que ellos mismos conducen, a veces en forma de movimientos eclesiales —siempre y cuando el párroco los apoya—.6 Los hijos de inmigrantes tienen retos particulares porque muchos no caben ni en la pastoral con adolescentes en inglés ni en la pastoral juvenil en español.7

También hay que prestar atención a los programas mismos, porque la fe no se transmite solo por conocimiento de la doctrina e historia de la Iglesia. El Papa Francisco nos dice, "Para poder transmitir la fe hay que crear el hábito de una conducta, hay que crear la recepción de valores que la preparen y la hagan crecer. Hay que crear contenidos básicos. Si solamente queremos transmitir la fe con contenidos será una cosa superficial o ideológica, que no va a tener raíces."8 Por eso el Santo Padre nos invita a ser audaces y creativos en el anuncio del evangelio y el acompañamiento pastoral, siguiendo nuestro Dios misericordioso que sale al encuentro de las ovejas perdidas.9

El primer paso en el acompañamiento de los jóvenes es conocerlos. Más de la mitad de los jóvenes católicos en EUA son latinos, pero no todos son iguales. Por ejemplo, algunos son jóvenes inmigrantes que se identifican principalmente por su país de origen. Otros se han asimilado a la cultura americana estadounidense y poco piensan en sus raíces latinoamericanas. Un buen número vive en condiciones de pobreza y violencia y necesita ejemplos a seguir para evitar los grandes riesgos en su ambiente; muchos de ellos sienten que no son completamente de aquí ni de allá.10 Y cada vez más hay jóvenes que se han adaptado a la cultura estadounidense, pero mantienen su identidad latina y el uso del español.

Para tener una pastoral eficaz, es esencial saber qué le está pasando al joven en su desarrollo personal y entender los parámetros que definan su realidad. Por ejemplo, la relación entre padres de familia y sus hijos se complica mucho cuando son en efecto de diferentes culturas y tienen diferentes horizontes sociales. Lógicamente eso también afecta la transmisión de la fe de una generación a la siguiente.11 A veces la parroquia supone erróneamente que, si todos los adolescentes hablan bien el inglés, un programa para todos es adecuado. Pero la investigación indica que mientras más los latinos se asimilan a la cultura estadounidense, menos participan en programas religiosas.12 Si los papás no hablan bien el inglés y los líderes pastorales no hablan español, es probable que no habrá eco en la casa de la formación que los jóvenes reciben en la iglesia y viceversa. Una relación estrecha y de confianza entre los líderes pastorales y los padres de familia es vital para planificar una pastoral integral que responde a las necesidades reales de los jóvenes en la comunidad.

Procesos de encuentro, comunión y discernimiento

Lo que los padres de familia inmigrantes más esperan de la comunidad de fe es ayuda para la socialización, formación religiosa y protección de sus hijos en un ambiente cultural que presenta muchos peligros.13 Entonces es imprescindible que los líderes pastorales tomen en cuenta su perspectiva y sus preocupaciones, para evitar una negación en la práctica de algunos valores importantes. Es evidente que ni los papás ni los agentes pastorales tienen todas las respuestas adecuadas para efectuar la adaptación cultural e integración religiosa de los jóvenes, porque muchos todavía caen en caminos de fracaso o pierden la fe. Sesiones de mutua escucha a profundidad entre los líderes pastorales y las familias —formales o informales— son muy valiosas para aminorar los riesgos. Así se hace lo que el Papa Francisco llama el trabajar por una "cultura de encuentro".14

Cuando eso se hace bien, el ministerio juvenil parroquial o el movimiento apostólico suele servir de recurso tanto para los papás como los adolescentes y jóvenes, sobre todo cuando las diferencias culturales y generacionales llegan a un estancamiento. Además, crea un sentido de que cada uno pertenece, cada uno aporta, cada uno es importante en la vida de la comunidad. En otras palabras, fomenta comunión y participación en la comunidad, y las barreras de separación y discriminación se caen a favor de "una Pastoral Juvenil completa, bilingüe y unida, capaz de crear nuevas formas de evangelización."15 El ideal no es un programa impuesto por fuera, sino una respuesta integral desarrollada en la comunidad local —con, por y para sus miembros jóvenes—.

¿Cómo se hace eso en la práctica? Los líderes jóvenes en el Primer Encuentro Nacional de PJH dijeron que son "idealistas, soñadores e inquietos en la búsqueda de cambios que contribuyan a construir un mundo más fraterno, siguiendo los ideales de Jesús".16 Cuando jóvenes latinos encuentran injusticia o falta de oportunidades en su vida, algunos reaccionan con enojo y violencia o pierden la esperanza. Pero esas mismas experiencias presentan la oportunidad para alimentar su visión de utopía y cimentar su compromiso con el evangelio. Como dice el Papa Francisco:

¡Saber conducir y ayudar a crecer la utopía de un joven es una riqueza! ¿Cómo hago para que esta ilusión que tiene el chico, esta utopía, lo lleve al encuentro con Jesucristo? Me atrevo a sugerir lo siguiente: una utopía en un joven crece bien si está acompañada de memoria y de discernimiento.17

Según el Papa, los jóvenes necesitan maestros de discernimiento, capaces de aburrirse horas y horas escuchándolos. En esa "pérdida de tiempo" con los adultos de la comunidad, el joven recibe la memoria histórica contextualizada en una fe viva. Allí puede plantar y arraigar su utopía, que se discierne y crece en el presente de acuerdo con los signos de los tiempos.18 Así los jóvenes descubren su vocación en la iglesia y en la sociedad, abriendo puertas y marcando caminos para sus compañeros y los adolescentes que vienen detrás. ¡Eso es ser callejeros de la fe!

Jóvenes bien formados, protagonistas en una misión

Allí se cierra el círculo y llegamos de nuevo al primer principio de la evangelización juvenil: "¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven".19 Pero no se puede esperar que los jóvenes vayan a aceptar su vocación como discípulos misioneros sin apoyo, formación y animación. Lo que los motiva más es una visión y una propuesta para hacer una diferencia en el mundo. Por procesos de formación en la acción, hay que acompañarlos en la planificación de su propio ministerio e invitarlos a tomar acciones concretas en solidaridad con los jóvenes que sufren pobreza y marginación y para enfrentar la cultura de descarte. De seguro van a hacer lío como pidió el Papa,20 pero eso es parte de su educación en el compromiso social. La iglesia tiene que estar dispuesta a caminar con ellos en ese proceso.

Un reto actual que se encuentra cada vez más frecuentemente es: ¿qué hacer para revitalizar la fe de los jóvenes ya desencantados, ya cínicos en su percepción de los motivos y acciones de la iglesia en el mundo. La mejor respuesta es ganarlos por medio de encuentros con el amor infinito y misericordioso del Señor.21 Si la pastoral juvenil se enfocara nada más en explicaciones de un sin-número de doctrinas y no toma en cuenta la realidad y las necesidades de los jóvenes, los va a perder. Hay que ser constantes en la proclamación de "lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario del evangelio… la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado".22 De allí se puede encaminarlos y acompañarlos en la vivencia de esa bienaventuranza. Así se les ofrece fe y esperanza, y la mejor manera para hacer eso es persona a persona —sobretodo joven a joven— con jóvenes capacitados para ser protagonistas en su ambiente.

Si bien la fe de la generación actual de jóvenes está en necesidad de una revitalización, también lo es la práctica de la pastoral juvenil. Los líderes y agentes de la pastoral con adolescentes y la pastoral juvenil tienen que redescubrir el gozo de dedicarse a la formación de discípulos misioneros jóvenes. Tienen que pasar las horas escuchándolos para descubrir cómo comunicarles el mensaje esencial en su idioma y en su cultura, y luego dejar que ellos lo proclamen a sus compañeros. En eso hay una cierta libertad: como ministros pastorales, no tenemos que hacerlo todo nosotros mismos. Más bien somos testigos y facilitadores de una utopía esperanzadora que es siempre nueva y más grande de lo que nosotros solos pudiéramos imaginar. Es el enamoramiento con Jesucristo, su mensaje y su misión, joven a joven, hasta los fines del mundo.



1 Papa Francisco, Evangelii gaudium, no. 33.

2 Ibid., no. 7. Ver también las Conclusiones del Primer Encuentro Nacional de Pastoral Juvenil Hispana (The National Catholic Network de Pastoral Juvenil Hispana—La Red, 2008), PJ-22, no. 1; Civilización del Amor: Proyecto y Misión (CELAM, 2012), nos. 348-350 y la nueva declaración de misión de la National Federation for Catholic Youth Ministry (https://www.nfcym.org/about/mission.htm).

3 Ibid., no. 106.

4 Papa Francisco, Homilía para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, 28 de julio de 2013, no. 1.

5 Pew Research Center, "The Shifting Religious Identity of Latinos in the United States" (2014), 39. Ver también Evangelii gaudium, no. 70.

6 Carmen Cervantes y Ken Johnson-Mondragón, "Pastoral Juvenil Hispana, Youth Ministry y Young Adult Ministry" (Instituto Fe y Vida, 2007); Ken Johnson-Mondragón, "La Pastoral Juvenil Hispana en EUA" (Instituto Fe y Vida, 2010) y las Conclusiones del PENPJH, 19-24 y Jo-26.

7 Lynette De Jesús-Sáenz, "Church and Youth Ministry Participation" en Pathways of Hope and Faith Among Hispanic Teens (Instituto Fe y Vida, 2007); Johnson-Mondragón y Cervantes, "Las dinámicas de cultura, fe y familia en la vida de los adolescentes hispanos" (Instituto Fe y Vida, 2008) y Johnson-Mondragón y De Jesús-Sáenz, "El ministerio hispano y el cuidado pastoral de las nuevas generaciones de adolescentes latinos" en El Ministerio Hispano en el Siglo XXI: Asuntos Urgentes (Convivium Press, 2016).

8 Papa Francisco, Discurso a los miembros de la Pontificia Comisión para América Latina, el 28 de febrero de 2014.

9 Evangelii gaudium, nos. 24, 33 y 171.

10 Johnson-Mondragón, "Socioreligious Demographics of Hispanic Teenagers" en Pathways of Hope and Faith, 33-39.

11 Para una presentación más detallada de ese fenomeno, ver Johnson-Mondragón y De Jesús-Sáenz, "El ministerio hispano y el cuidado pastoral de las nuevas generaciones," 229-232.

12 Hernandez, Edwin I. and Roger L. Dudley, "Persistence of Religion through Primary Group Ties Among Hispanic Seventh-Day Adventist Young People," Review of Religious Research 32, no. 2 (December 1990): 157-172.

13 Johnson-Mondragón y De Jesús-Sáenz, "El ministerio hispano y el acompañamiento pastoral de las nuevas generaciones de adolescentes latinos", 229.

14 Papa Francisco, "Por una cultura del encuentro", Homilía del 13 de septiembre de 2016.

15 Conclusiones del PENPJH, 61.

16 Ibid., 51.

17 Discurso a la Pontificia Comisión para América Latina.

18 Ibid.

19 Papa Francisco, Homilía en Rio de Janeiro.

20 Papa Francisco, Encuentro con los jóvenes argentinos en la Catedral de San Sebastián, el 25 de julio de 2013.

21 Papa Francisco, Misericordiae Vultus, no. 4.

22 Evangelii gaudium, nos. 35-36.

 


convocationconvocationOriginario de Nuevo México, Ken Johnson-Mondragón tiene más de 16 años de experiencia en la investigación socioreligiosa sobre la comunidad latina en EUA. Recibió el Premio Mario Vizcaíno en 2008 por sus aportes a la pastoral juvenil hispana como Director de Investigación y Publicaciones en el Instituto Fe y Vida, donde sigue como miembro del Equipo Pastoral. Fue contratado en 2017 por la USCCB para coordinar la investigación en la consulta del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina.

Lynette De Jesús-Saenz is the Director of the Office for Cultural Diversity and the Hispanic Pastoral Institute in the Diocese of Rochester, New York. Prior to this, she was the Associate Director of Research and Publications for Instituto Fe y Vida where she coordinated a national research project on the pastoral needs and faith practices of Latino youth and their parents. Over the last twenty years, Lynette has also served as pastoral associate, director of faith formation, and youth minister. She holds a M.S.W. from the State University of New York in Brockport and is currently working on her M.A. in Theological Studies from St. Bernard's School of Theology and Ministry in Rochester, NY.