Anuncio de la Pascua y fiestas movibles

Introducción

La proclamación en Epifanía de la fecha de la Pascua y otras fiestas movibles data de un tiempo en que los calendarios no estaban fácilmente disponibles. Era necesario dar a conocer la fecha de la Pascua por anticipado, ya que muchas celebraciones del año litúrgico dependían de esta fiesta. El número de domingos que siguen a la Epifanía, la fecha del Miércoles de Ceniza y el número de domingos después de Pentecostés se calculan en relación a la Pascua.

Aunque ahora los calendarios dan la fecha de la Pascua y otras fiestas en el año litúrgico con muchos años de anticipación, la proclamación de la Epifanía todavía tiene valor. Es un recuerdo de la centralidad de la resurrección del Señor dentro del año litúrgico y de la importancia de los grandes misterios de la fe que se celebran anualmente.

Cada año se deben insertar en el texto las fechas adecuadas para el Miércoles de Ceniza, la Pascua, Ascensión, Pentecostés y el primer domingo de Adviento. Estas fechas se encuentran en la table incluida con los documentos introductorios del Misal Romano. La fórmula para anunciar cada fecha es: el día del mes, e.j.: "el día séptimo de abril".

Según la antigua tradición de la Iglesia, en el día de la Epifanía del Señor, después del canto del Evangelio, el diácono o cantor anuncia desde el ambo las fiestas movibles del año en curso, usando el siguiente texto. (La notación musical se encuentra aquí y también en el Apéndice II del Misal Romano, Tercera Edición).

Anuncio de la Pascua y fiestas movibles
(para el año 2023)

Queridos hermanos:
La gloria del Señor se ha manifestado
y se continuará manifestando entre nosotros,
hasta el día de su retorno glorioso.
En la sucesión de las diversas fiestas y solemnidades del tiempo,
recordamos y vivimos los misterios de la salvación.

Centro de todo el año litúrgico
es el Triduo Pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado,
que este año culminará en la Noche santa de Pascua
que, con gozo celebraremos el día noveno de abril.

Cada domingo, Pascua semanal,
la santa Iglesia hará presente este mismo acontecimiento,
en el cual Cristo ha vencido el pecado y la muerte.
De la Pascua fluyen, como su manantial,
todos los demás días santos:

El Miércoles de Ceniza comienzo de la Cuaresma, que celebraremos el día vigésimo segundo de febrero.

[En los lugares cuando la Ascensión se celebra el jueves:
La Ascensión del Señor, que este año será celebrada el día décimo octavo de mayo.]

[En los lugares cuando la Ascensión ha traslada al domingo VII de Pascua:
La Ascensión del Señor, que este año será celebrada el día vigésimo primero de mayo.]

El domingo de Pentecostés, que este año celebraremos el día vigésimo octavo de junio.

El primer domingo de Adviento, que celebraremos el día tercero de diciembre.

También en las fiestas de la santísima Virgen María, Madre de Dios,
de los apóstoles, de los santos y en la conmemoración de todos los fieles difuntos,
la Iglesia, peregrina en la tierra, proclama la Pascua de su Señor.
A él, el Cristo glorioso, el que era, el que es y el que vendrá,
al que es Señor del tiempo y de la historia,
todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
R. Amén.