Escúchanos, oh Dios

"Reconozcamosque el Señor es Dios,
que él nos hizo y a él pertenecemos,
que formamos su pueblo y su rebaño".
- Salmo 99:3 

Escúchanos, oh Dios. Escucha a nuestras familias con estatus migratorios mixtos. Escucha a los que esperan con temor la separación, cargados de ansiedad.

Escúchanos, oh Dios. Escucha a todos los que son llamados "extranjeros". Escúchanos cuando experimentamos miradas frías o desconfianza debido al color de nuestra piel o al lenguaje que hablamos.

Escúchanos, oh Dios. Escucha a nuestros hermanos y hermanas que sudan en los campos. Escucha a los que trabajan largas y extenuantes horas cultivando alimentos, sirviéndonos en restaurantes y limpiando nuestros hogares.

Escúchanos, oh Dios. Escucha a esos jóvenes que fueron traídos a este país siendo niños. Escucha sus sueños de un futuro de esperanza.

Escúchanos, oh Dios. Escucha a las mujeres y niños vulnerables. Escucha a los que han huido de la violencia doméstica, la violación o las pandillas para buscar seguridad en este país.

Escúchanos, oh Dios. Escucha a los que trabajan en las sombras y están expuestos a la explotación y el acoso. Escucha a aquellos para los cuales una remuneración justa por un día de trabajo justo es siempre incierta.

Escúchanos, oh Dios. Escúchanos cuando alzamos nuestras voces. Escucha a tu pueblo en nuestra búsqueda de leyes y políticas que protejan al vulnerable y acojan al extraño.

Juntos de pie, un solo pero diverso cuerpo de Cristo, oremos: Pastor del rebaño, escúchanos. Acompáñanos, restablécenos y fortalécenos, porque te pertenecemos.

Venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad. Amén.