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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
la liturgia. Llevó a su gente a una participación amorosa en la Misa y en
los otros sacramentos. Creía que todos los aspectos de las celebraciones
litúrgicas deberían ser entendidos.
Martin creó una pequeña tarjeta que contenía una relación de los días
de gracia en su vida: su Bautismo, Primera Confesión, Primera Comunión,
Confirmación y su Ordenación sacerdotal (sacramento del Orden).Los días
correspondientes, encendía una vela delante de esta tarjeta enmarcada
y pasaba una hora rezando, reflexionando sobre la gracia salvífica que
había recibido de Dios. Frecuentemente recordaba a su gente que
celebrasen los aniversarios de sus propios días sagrados, cuando habían
recibido sus propios sacramentos por primera vez.
Pasó varios períodos sabáticos cuaresmales en Roma. Cada día
participaba en liturgias cuaresmales en diferentes iglesias antiguas de
Roma, estudiando su historia y su arte. Incorporó esta experiencia en
sus catequesis cuaresmales que ofrecía a sus feligreses y otras personas,
ayudándolos a vivir la Cuaresma como una jornada hacia la Pascua.
Poseía una apreciación instintiva del principio sacramental que dice que
los elementos visibles de la naturaleza y de la historia comunican la oculta
pero activa presencia de Dios en el culto cristiano.
Inspirado por el documento
de motu proprio
del Papa Pío X sobre la
música sacra, Martin popularizó el canto gregoriano hasta el punto que su
gente lo podía cantar con facilidad y meditativamente. Les enseñó la vida
de oración de la Iglesia a través de la cual podían enriquecer sus vidas en
comunión con Jesús, quien siempre intercede por nosotros ante el Padre.
Monseñor Hellriegel murió en 1981.
La encíclica sobre la Sagrada Liturgia del Papa Pío XII fue una
declaración clave sobre la liturgia de la Iglesia en los años que precedieron
al Concilio Vaticano II. El Papa Pío ofreció una visión para la vida litúrgica
de la Iglesia que daría fruto en la
Constitución sobre la Sagrada Liturgia
(
Sacrosanctum Concilium
) del Concilio Vaticano II. Monseñor Hellriegel y
otros que trabajaron en el movimiento litúrgico encontraron inspiración en
estos desarrollos.
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