Educational Resource

Ejemplos de esquemas de lecciones y materiales para estudiantes de secundaria

Year Published
  • 2016
Language
  • English

Estos ejemplos de esquemas de lecciones han sido diseñados para ser usados en programas parroquiales de educación religiosa y en escuelas católicas. Animamos a los educadores locales a que los adapten o creen sus propios materiales para así compartir el mensaje de Ciudadanos fieles.

Los siguientes cuatro ejemplos de sesiones corresponden a las sesiones de formación de adultos y pequeñas comunidades de fe y las sesiones para estudiantes de primaria. Una opción es llevarlas a cabo como sesiones intergeneracionales, en las que familias e individuos de todas las edades se reúnen para orar y, a continuación, se dividen en grupos según la edad. Otra opción es realizar estas sesiones por separado, como parte de un programa catequético tradicional o de clases de religión en una escuela católica.

 

Esquema de lección A

Tema: El llamado a participar en la vida pública

Reuniéndose 

Asegúrese de empezar cada sesión creando un ambiente de bienvenida y hospitalidad. Si los participantes todavía no se conocen bien, puede convenir practicar una dinámica rompehielos. Una vez que todos se sienten cómodos, la sesión comienza conectando el tema de la sesión con la experiencia humana del joven, es decir, con la "historia" o ideas del joven. La Biblia debería estar colocada en el salón en una posición reverente y de privilegio para la oración y la proclamación de la Palabra.

Comience la sesión describiendo el tema en relación a las elecciones de este año. Existe una verdadera relación entre ser discípulo y ser activos en nuestras comunidades y en el mundo.

Escriba las palabras "DISCÍPULO FIEL" sobre una pizarra o papel de periódico. Pida a los jóvenes que describan un "discípulo fiel". Anote las características que los jóvenes nombran.

A continuación, escriba las palabras "MIEMBRO ACTIVO DE LA COMUNIDAD" en la pizarra y pida a los jóvenes que nombren características o cualidades de un miembro activo de la comunidad. Si necesitan ayuda, pregunte: "¿Qué tipos de cosas debe hacer un miembro de la comunidad para comprometerse y participar en su comunidad?" (Por ejemplo, ingresar a organizaciones de la comunidad, ser parte de Neighborhood Watch, ir a eventos de la comunidad, votar, hacer trabajo voluntario, donar a organizaciones locales que ayudan a los pobres, recoger basura en las aceras, etc.).

Por último, escriba lo siguiente en la pizarra: "DISCÍPULO FIEL = MIEMBRO ACTIVO DE LA COMUNIDAD". Pida a los jóvenes que digan lo que piensan que esto significa.

Establezca un vínculo: Explique que lo que quiere decir es que un discípulo fiel es un miembro activo de la comunidad. Nuestra fe nos llama a participar activamente en nuestras comunidades. Guíe a los jóvenes para que vean que la Iglesia enseña que ser miembros de la comunidad de la Iglesia no se limita a lo que hacemos dentro de la iglesia los domingos; también estamos llamados a vivir nuestra fe en el mundo y trabajar para transformar lo malo que hay en nuestras comunidades: estamos llamados a ser discípulos fieles que están activos en nuestras comunidades, tanto locales como mundiales. 

Oración inicial

Invite al grupo a la oración. Tras una larga pausa, continúe recitando la siguiente oración o una similar:

Oremos. 
Padre amoroso, te damos gracias por habernos llamado a ser discípulos de tu hijo, Jesucristo. Espíritu que nos guías, ayúdanos a ser discípulos fieles miembros activos de la comunidad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Pida a los estudiantes que se sienten. El catequista toma la Biblia de donde está colocada reverentemente y proclama la lectura. Asegúrese de marcar la lectura con antelación. 

Lectura bíblica y diálogo de fe

El catequista describe, a modo de transición, que Jesús nos enseña a ser discípulos fieles miembros activos de la comunidad. Jesús nos dice que debemos "amar a Dios" y "amar al prójimo".


Proclame la lectura (Mc. 12:28-34):

Lectura del Evangelio según san Marcos…

Guarden un breve momento de silencio al terminar la lectura. A continuación, el catequista hace las siguientes preguntas, o similares:

  • ¿Qué escucharon en esta lectura? Mencionen la palabra o frase que mejor recuerden.
  • ¿Qué mandamientos dijo Jesús que son los más importantes? ¿Por qué?

Después de que los jóvenes hayan respondido, lea la lectura de nuevo.

Lectura del Evangelio según san Marcos…

A continuación, hágales las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo están los dos mandamientos relacionados con la idea de ser un discípulo fiel que es un miembro activo de la comunidad?
  • Jesús dice que tanto amar a Dios, como amar al prójimo, llevan a la persona a acercarse al reino de Dios.
  • ¿Cómo nos ayuda a amar a los demás el tener una profunda vida de fe?
  • ¿Cómo nos afecta espiritualmente el ser compasivos para con los demás?
  • La lectura enseña que deberíamos amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. ¿Cómo serían de diferentes nuestras relaciones y comunidades si de verdad viviésemos este mandamiento?
  • ¿Qué cambios pueden realizar en sus vidas para amar mejor a Dios y al prójimo?

Lectura de Ciudadanos fieles y diálogo

El catequista pasa de la reflexión sobre la Sagrada Escritura al diálogo acerca de la enseñanza de la Iglesia. 

Los obispos de los Estados Unidos han escrito un documento que pone de relieve cómo los discípulos deben tener parte activa en la vida pública. Una parte importante de ser un discípulo fiel, activo, es hacer que se escuchen nuestras voces respecto a las cuestiones que afectan a la vida humana, la dignidad humana, la justicia y la paz. En particular, la Iglesia dice que debemos ser conscientes de lo que creemos acerca de temas como:

  • La dignidad humana. Protegiendo la vida humana, especialmente la de los niños no nacidos.
  • La paz. Haciendo que nuestro mundo sea no solo más seguro, sino también más pacífico.
  • Los pobres. Trabajando para que cese la pobreza y nos aseguremos que todas las personas tengan cubiertas las necesidades básicas de la vida.

Para las personas que tienen edad suficiente y que son ciudadanos, votar es una parte muy importante de hacer oír sus voces. Pero todos los católicos, no importa quienes sean, están llamados a ser discípulos fieles miembros activos de la comunidad. Esto es parte de ser un buen católico. La iglesia dice (escribir la siguiente cita en una hoja grande de papel o pizarra o proyectarla en una diapositiva de PowerPoint):

En la Tradición católica, el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral… La obligación de participar en la vida política tiene sus raíces en nuestro compromiso bautismal de seguir a Jesucristo y dar un testimonio cristiano mediante todo lo que hacemos. Como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica: "Es necesario que todos participen, cada uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, en promover el bien común. Este deber es inherente a la dignidad de la persona humana" (nos. 1913-1915).

--Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles: Llamado de los obispos católicos de los Estados Unidos a la responsabilidad política (núm. 13)
 

Las siguientes preguntas pueden utilizarse para ayudar a los estudiantes a entender varios conceptos importantes de la cita:

Participación en la vida política

  • Los obispos dicen que "la participación en la vida política" es una responsabilidad que tenemos. ¿Qué significa "participación en la vida política"? (Respuestas posibles: conocer acerca de un problema que afecta a personas de la comunidad local o global; celebrar un servicio de oración de la comunidad acerca de un problema que enfrenta la comunidad local o global; ayudar a educar a otros sobre ese problema escribiendo una carta al editor; llamar o escribir una carta a un funcionario elegido; votar; postular a un cargo público; etc. Los obispos enumeran, en el no. 16, una serie de maneras en que la gente puede participar.)
  • ¿Qué significa "participación en la vida política" para alguien de tu edad?

"Obligación moral"

Los obispos dicen que la participación en la vida política es una "obligación moral".

  • ¿Qué significa "obligación"? (Respuesta: un deber o responsabilidad que tenemos).
  • ¿Qué significa "moral"? (Respuesta: tiene que ver con lo correcto o incorrecto).

Explique que, por lo tanto, participamos en la vida política porque ello es lo correcto. Estamos respondiendo a un deber o responsabilidad que tenemos, por el bien de nuestra comunidad.

  • Los obispos dicen que esta "obligación" o deber se basa en nuestra fe en Jesucristo. ¿Cómo se relaciona el deber de participar en la vida política con los mandamientos de amar a Dios y amar a nuestro prójimo que discutimos anteriormente?

"Es necesario que todos participen"

El Catecismo de la Iglesia Católica dice que es necesario que "todos participen" en la vida política, y que hacerlo así se relaciona con nuestra dignidad como personas humanas.

  • ¿Por qué es importante que todos tengan la oportunidad de participar en la vida política? ¿Qué tiene esto que ver con nuestra dignidad humana?
  • ¿Sienten que su "voz" importa? ¿Por qué o por qué no?
  • ¿Qué pueden hacer para que su voz sea escuchada?
  • ¿Qué pueden hacer para ser ciudadanos activos y fieles y miembros de la comunidad? Compartan ideas.

Elijan una de las ideas para ponerla en acción. En la guía "Desarrollo de planes de acción basados en la fe", que se puede encontrar en la sección Parish and School Leaders del sitio web, pueden ver sugerencias para implementar un plan de acción. Algunas ideas podrían ser:

  • Participar en una "jornada de cabildeo", organizada por la conferencia católica estatal.
  • Invitar a un legislador local a que le hable a su clase acerca de cómo él o ella se asegura de que se atiendan las necesidades de los pobres y los vulnerables.
  • Visitar las páginas web de los distintos departamentos de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (www.usccb.org) o el Centro de Acción de la USCCB para aprender más acerca de cuestiones de política pública de interés y luego escribir una carta a un legislador sobre una de estas cuestiones.
  • Crear carteles para colgar en la parroquia y escuela, animando a los adultos a que voten y a los menores de 18 años a que participen en el proceso de algunas otras maneras.
  • Ponerse en contacto con el coordinador parroquial o diocesano de los comités de asuntos sociales o pro-vida para que le den sugerencias adicionales.

Oración final

Reúna a los estudiantes en un círculo, con la Biblia colocada de una manera reverente en el centro del círculo. Una vez que todos estén en silencio, el catequista se coloca en el centro del círculo, toma la Biblia y proclama Marcos 12, leyendo sólo los versos 32 y 33. Continúe con la oración después de devolver la Biblia a su sitio.

Oremos.
Padre amoroso, nosotros somos tus hijos e hijas. Por el poder del Espíritu Santo, ayúdanos a compartir nuestros bienes con los necesitados y a colaborar en la construcción de nuestra sociedad. Ayúdanos a ser siempre ciudadanos fieles y miembros activos de la comunidad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

Esquema de lección B

Tema: Formando la conciencia

Reuniéndose

El primer objetivo de la apertura de cada sesión es crear un ambiente de bienvenida y hospitalidad. El segundo objetivo es comenzar la sesión partiendo de la experiencia humana del joven, es decir, con la "historia" o ideas del joven. La Biblia debería estar colocada en el salón en una posición reverente y de privilegio para la oración y la proclamación de la Palabra.

Comience la sesión pidiendo a los estudiantes que piensen acerca de cómo forman sus creencias respecto a cuestiones de política pública, como el aborto, la pena de muerte, el medio ambiente, los impuestos, los programas de ayuda a los pobres, etc. ¿Qué tuvieron en cuenta a la hora de formar estas opiniones acerca de estas cuestiones? Escriba las respuestas en un tablero o en una hoja grande de papel en la parte delantera del salón.

Oración inicial

Invite al grupo a la oración. Tras una larga pausa, continúe recitando la siguiente oración o una similar:

Oremos. 
Espíritu, que estás siempre presente,
te damos gracias por caminar a nuestro lado a lo largo de nuestra vida.
Ayúdanos a estar atentos a tu voz en nuestro corazón.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Pida a los estudiantes que se sienten. El catequista toma la Biblia de donde está colocada reverentemente y proclama la lectura. Asegúrese de marcar la lectura con antelación. 

Lectura bíblica y diálogo de fe

El catequista describe, a modo de transición, que Dios nos guía, para que seamos discípulos fieles y activos, estando presente en nuestro corazón a lo largo de nuestra vida, cuando oramos y actuamos.

Proclame la lectura (Romanos 2:14-16):

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los romanos…

Guarden un breve momento de silencio al terminar la lectura. A continuación, haga a los estudiantes las siguientes preguntas, o similares:

  • ¿Qué escucharon en esta lectura? Mencionen la palabra o frase que mejor recuerden.
  • ¿Qué les está diciendo san Pablo acerca de los gentiles?

Después de que los estudiantes hayan respondido, lea la lectura de nuevo.

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los romanos…

A continuación, hágales las siguientes preguntas:

  • ¿A qué tipo de ley se está refiriendo san Pablo en esta lectura? ¿Es una ley que es parte del sistema legal? Si no lo es, ¿qué es?
  • ¿Qué clase de ley está escrita en nuestro corazón?
  • Piensen acerca del dialogo que tuvimos al principio de esta sesión. ¿Han sentido alguna vez la experiencia de tener "una ley escrita en el corazón" que les ayudó a saber lo que estaba bien y lo que estaba mal cuando reflexionaban acerca de diferentes cuestiones? Si es así, describan sus experiencias.
  • ¿Cómo desarrolla una persona la habilidad para elegir entre el bien y el mal, tanto en situaciones de la vida diaria que afectan nuestras vidas personales, como en las decisiones que nos llevan a tomar posiciones respecto a cuestiones específicas? ¿Cómo desarrolla una persona las habilidades y valores necesarios para tomar una buena decisión?
  • ¿Qué significa para ustedes la palabra "conciencia"?

Lectura de Ciudadanos fieles y diálogo

El catequista pasa de la reflexión sobre la Sagrada Escritura al diálogo acerca de la enseñanza de la Iglesia. Puede ser útil preparar un folleto que incluye estas citas, o proyectarlas en una diapositiva de PowerPoint. Comience leyendo las citas en voz alta.

La Iglesia provee a sus miembros con lo necesario para tratar cuestiones políticas y sociales al ayudarlos a desarrollar una conciencia bien formada. Los católicos tienen una obligación seria y de por vida de formar su conciencia en acuerdo con la razón humana y la doctrina de la Iglesia. La conciencia no es algo que nos permite justificar cualquier cosa que queramos hacer, ni tampoco es simplemente un "sentimiento" acerca de lo que deberíamos o no hacer. Más bien, la conciencia es la voz de Dios que resuena en el corazón humano, revelándonos la verdad y llamándonos a hacer el bien a la vez que a rechazar el mal (no. 17).

La formación de la conciencia incluye varios elementos. Primero, existe el deseo de abrazar el bien y la verdad. Para los católicos esto comienza con el deseo y una actitud abierta de buscar la verdad y lo que es correcto, estudiando la Sagrada Escritura y la doctrina de la Iglesia, contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica. También es importante examinar los hechos y antecedentes de las distintas opciones. Finalmente, una reflexión iluminada por la oración es esencial para discernir la voluntad de Dios (no. 18).

La Iglesia promueve la conciencia bien formada no solo enseñando la verdad moral, sino también animando a sus miembros a desarrollar la virtud de la prudencia. La prudencia nos permite "discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo" (Catecismo de la Iglesia Católica, no. 1806). La prudencia forma e informa nuestra capacidad para deliberar sobre las alternativas disponibles, identificar cual es la más adecuada en un contexto específico y actuar decisivamente. El ejercitar esta virtud requiere a menudo de la valentía para actuar en defensa de principios morales cuando se toman decisiones sobre cómo construir una sociedad de justicia y paz (no. 19).

Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles: Llamado de los obispos católicos de los Estados Unidos a la responsabilidad política

Las siguientes preguntas se pueden usar para el diálogo:

  • Ahora que hemos leído el pasaje de Ciudadanos fieles, ¿ha cambiado tu definición de "conciencia"? ¿Cómo es la conciencia algo más que un sentimiento que uno tiene?
  • ¿Es la conciencia algo que Dios nos da simplemente para guiarnos en las decisiones personales de nuestra vida diaria, o tiene la conciencia también una dimensión pública?
  • ¿Cómo pueden usar la descripción que hacen los obispos de los elementos que forman la conciencia para que les ayude a formar su punto de vista y creencias acerca de cuestiones políticas?
  • ¿Qué significa la prudencia? ¿Cómo desarrolla uno la prudencia?
  • ¿Pueden pensar en algunas ocasiones de su propia vida cuando hicieron uso de la virtud de la prudencia al tomar una decisión en (a) su vida personal y (b) en el ámbito de las cuestiones públicas? Descríbanlas.

Oración final

Reúna a los estudiantes en un círculo, con la Biblia colocada de una manera reverente en el centro del círculo. Una vez que todos estén en silencio, el catequista se coloca en el centro del círculo, toma la Biblia y proclama Romanos 2, leyendo sólo el verso 15. Continúe con la oración después de devolver la Biblia a su sitio.

Oremos.
Padre de toda la creación,
te pedimos que escuchemos tu voz en nuestro corazón.
Ayúdanos a formar nuestra conciencia y a vivir como discípulos fieles activos en nuestras comunidades.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un Dios por los siglos de los siglos. Amén. 

 

Esquema de lección C

Tema: Evitar el mal y hacer el bien 

Reuniéndose

El primer objetivo de la apertura de cada sesión es crear un ambiente de bienvenida y hospitalidad. El segundo objetivo es comenzar la sesión partiendo de la experiencia humana del joven, es decir, con la "historia" o ideas del joven. La Biblia debería estar colocada en el salón en una posición reverente y de privilegio para la oración y la proclamación de la Palabra. 

Comience la sesión recordando a los estudiantes que en las sesiones anteriores ustedes dialogaron acerca de por qué los católicos están llamados a llevar su fe al proceso político, y acerca de la formación de la conciencia para poder tomar buenas decisiones. Pídales a los estudiantes que digan en voz alta algunas de las cosas que creen que los católicos como ellos mismos están llamados a promover. Escriba, en una columna, aquello a lo que los católicos están llamados a oponerse, y en otra columna, lo que los católicos están llamados a apoyar o promover. Podría ser algo así: 

 

Poner fin al aborto
Poner fin a la pena de muerte
Oponerse a la eutanasia

Etc.
Ofrecer cuidado médico a todas las personas
Aumentar el salario mínimo
Apoyar leyes migratorias que respeten la dignidad de
los inmigrantes
Etc.
 

No titule de manera alguna las columnas. Simplemente escriba las respuestas en una o en otra columna.

Oración inicial

Invite al grupo a la oración. Tras una larga pausa, continúe recitando la siguiente oración o una similar:

Oremos. 
Padre de todos los pueblos,
ayúdanos a estar atentos a tu voz en nuestro corazón, para que podamos responder al llamado que nos haces de defender a los débiles y los vulnerables.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Pida a los estudiantes que se sienten. El catequista toma la Biblia de donde está colocada reverentemente y proclama la lectura. Asegúrese de marcar la lectura con antelación. 

Lectura bíblica y diálogo de fe

El catequista continúa con la siguiente actividad diciendo que, en la lectura bíblica que van a escuchar, Jesús da un consejo importante a un joven que está buscando cómo vivir su fe de una manera auténtica.

Proclame la lectura (Mateo 19:16-21):

Lectura del Evangelio según san Mateo…

Guarden un breve momento de silencio al terminar la lectura. A continuación, haga a los estudiantes las siguientes preguntas, o similares:

  • ¿Qué escucharon en esta lectura? Mencionen la palabra o frase que mejor recuerden.
  • ¿Qué mandamientos dice Jesús que son importantes?

Después de que los estudiantes hayan respondido, lea la lectura de nuevo.

Lectura del Evangelio según san Mateo…

A continuación, hágales las siguientes preguntas para el diálogo, o similares:

  • ¿Qué relación existe entre algunos de los mandamientos que menciona Jesús en el relato y las cuestiones que ustedes mencionaron al principio de la sesión?
  • ¿Cómo reta Jesús al joven de la lectura?
  • ¿Cómo los está llamando Dios a ustedes para que vayan más allá de los requisitos de su fe y ser discípulos que ponen la fe en acción?
  • ¿Qué relación existe entre los mandamientos que menciona Jesús y nuestro llamado a llevar nuestra fe a la vida política?

Lectura de Ciudadanos fieles y diálogo

El catequista pasa de la reflexión sobre la Sagrada Escritura al diálogo acerca de la enseñanza de la Iglesia.

Hay cosas que nunca debemos hacer, ni como individuos ni como sociedad, porque estas son siempre incompatibles con el amor a Dios y al prójimo. Tales acciones son tan profundamente defectuosas que siempre se oponen al bien auténtico de las personas. Estas acciones se llaman "actos intrínsecamente malos". Estos siempre se deben rechazar y nunca se deben apoyar. Un ejemplo claro es quitar intencionadamente la vida de un ser humano inocente, como es el caso del aborto provocado y la eutanasia. Un sistema legal que viola el derecho básico a la vida, basándose en que este es una opción, es un sistema fundamentalmente defectuoso

Asimismo, la clonación humana, la investigación científica destructiva de embriones humanos y otros actos que violan directamente la santidad y dignidad de la vida humana son también intrínsecamente malos. Estos actos deben siempre ser rechazados. Otros ataques directos a la vida de seres humanos inocentes, como lo son el genocidio, la tortura y atentar contra los no combatientes en actos terroristas o de guerra, jamás pueden ser justificados. Las violaciones de la dignidad humana, tales como los actos de racismo, tratar a los trabajadores como meros medios para un fin, someter deliberadamente a los trabajadores a condiciones de vida infrahumanas, tratar a los pobres como objetos desechables, o redefinir el matrimonio para negar su significado esencial, tampoco pueden ser jamás justificadas (no. 23).

Oponerse a actos intrínsecamente malos, que devalúan la dignidad de la persona humana, debería también abrirnos los ojos al bien que debemos realizar, es decir, a nuestro deber positivo de contribuir al bien común y de actuar solidariamente para con los necesitados… El imperativo moral de responder a las necesidades de nuestro prójimo —necesidades básicas como el alimento, la vivienda, el cuidado médico, la educación y un trabajo digno— obliga universalmente a nuestra conciencia y puede ser llevado a cabo legítimamente de diferentes maneras. Los católicos deben buscar las mejores maneras de responder a estas necesidades (nos. 24-25).

Dialogue con los estudiantes acerca de las siguientes preguntas:

  • Los obispos dicen que "Es esencial tanto oponerse al mal como hacer el bien". ¿Por qué son ambas cosas (y no solo una) importantes para los católicos?

Muéstreles de nuevo las listas que escribió al principio de la sesión y pregúnteles si alguien le puede decir por qué las organizó de la manera en la que lo hizo. Explíqueles que algunas de las respuestas que dieron pertenecían a la categoría de "oponerse al mal" y otras a la de "promover le bien". Pregúnteles si quieren añadir algunas respuestas más a las listas.

  • Según los obispos, ¿qué es un mal intrínseco? Ofrezca ejemplos de actos intrínsecamente malos. ¿Por qué debemos siempre oponernos a los actos intrínsecamente malos?
  • ¿Cómo nos lleva el oponernos a los males intrínsecos a "reconocer nuestro deber positivo" de hacer el bien?
  • ¿De qué maneras concretas se sienten personalmente llamados tanto a oponerse al mal, como a hacer el bien?

Oración final

Reúna a los estudiantes en un círculo. Use una letanía como parte de su oración final. Recen para que podamos ser discípulos que ponen nuestra fe en acción, tanto oponiéndonos al mal, como haciendo el bien. El catequista da un ejemplo y, a continuación, invita a los jóvenes a que añadan sus oraciones a la letanía.

Oremos. (Pausa).
Padre bondadoso, te alabamos por habernos dado el deseo de actuar para que haya justicia para todos. Oramos ahora para que nos fortalezcas y podamos oponernos al mal y hacer el bien en nuestras comunidades.

  • Para que recibamos la fuerza para trabajar juntos y poner fin al aborto. Oremos al Señor. "Te lo pedimos, óyenos."
  • Para que podamos trabajar para proporcionar alimento, vivienda, cuidado médico, educación y un trabajo digno para todos. Oremos al Señor…
  • Para que la pena de muerte llegue a su fin. Oremos al Señor…
  • Haga una pausa para que los estudiantes ofrezcan sus oraciones.
  • Uniendo todas nuestras oraciones en una sola, oremos la oración que Cristo nos enseñó. Padre nuestro…

Te pedimos todo esto por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un Dios, por los siglos de los siglos. Amén. 

 

Esquema de lección D

Tema: La enseñanza social católica y el ámbito público

Reuniéndose

El primer objetivo de la apertura de cada sesión es crear un ambiente de bienvenida y hospitalidad. El segundo objetivo es comenzar la sesión partiendo de la experiencia humana del joven. La Biblia debería estar colocada en el salón en una posición reverente y de privilegio. Reúnanse alrededor de la Palabra para la oración. 

Antes de esta sesión, recolecte periódicos recientes y revistas de sucesos o noticias actuales. Si tiene acceso y dispositivos para Internet, marque los sitios web de las principales organizaciones noticiosas y etiquete recientes memes, vídeos, etc., populares sobre sucesos o temas de actualidad. Pida a los participantes que durante los primeros diez minutos exploren algunos de estos materiales para identificar algunos de los sucesos o temas actuales sobre los que la gente está preocupada el mundo actual.

Después de que los participantes han tenido la oportunidad de pasar algún tiempo examinando los materiales, invite al grupo grande a dar respuestas sobre cuáles son algunas de esas cuestiones. Anótelas en un tablero o en una hoja grande de papel. 

Oración inicial

Oremos.
Espíritu de toda vida y bondad,
Te alabamos por la belleza de tu pueblo.
Ayúdanos a trabajar para respetar la dignidad de todas las personas, y proteger el bien común.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

Pida a los estudiantes que se sienten. El catequista toma la Biblia de donde está colocada reverentemente y proclama la lectura. Asegúrese de marcar la lectura con antelación. 

Lectura bíblica y diálogo de fe

Proclame la lectura (Mateo 25:31-46):

Lectura del Evangelio según san Mateo…

Guarden un breve momento de silencio al terminar la lectura. A continuación, haga a los jóvenes las siguientes preguntas, o similares:

  • ¿Qué experiencia han tenido con una persona que pasa hambre, es extranjera, está enferma o está en prisión? ¿Cómo estuvo el rostro de Cristo presente en ella?
  • ¿Qué nos está intentando enseñar Jesús en esta historia?
  • ¿Cómo está relacionada esta enseñanza con nuestra función como discípulos fieles que estamos llamados a ser miembros activos de la comunidad?

Después de que los estudiantes hayan respondido, lea la lectura de nuevo.

Lectura del Evangelio según san Mateo…

A continuación, hágales las siguientes preguntas para el diálogo, o similares:

  • Piensen en los sucesos o temas de actualidad que señalaron hace unos minutos. ¿Quién creen ustedes que está hambriento, sediento, desnudo, enfermo, es extranjero o está en prisión en nuestro mundo de hoy?

Lectura de Ciudadanos fieles y diálogo

El catequista pasa de la reflexión sobre la Sagrada Escritura al diálogo acerca de la enseñanza de la Iglesia.

La propuesta católica para ser ciudadanos fieles descansa en principios morales que se encuentran en la Sagrada Escritura y las enseñanzas morales y sociales católicas, así como en el corazón de las personas de buena voluntad… La vida humana es sagrada. La dignidad de la persona humana es la base de una visión moral para la sociedad… Veneramos la vida de los niños en el útero, la vida de las personas que mueren a causa de la guerra y la hambruna, y de hecho la vida de todos los seres humanos, como hijos e hijas de Dios. Nos oponemos a estas y todas las actividades que contribuyen a lo que el papa Francisco ha llamado "una cultura de usar y tirar" (nos. 43-45).

La persona humana no es sólo sagrada, sino también social. El desarrollo humano pleno se lleva a cabo en relación con los demás. La familia —basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer— es la primera y fundamental unidad de la sociedad… La forma en que organizamos nuestra sociedad —en las áreas económica, política y legislativa— afecta directamente el bien común y la capacidad de los individuos de desarrollar su potencial pleno. Cada persona y asociación tiene el derecho y la obligación de participar activamente en la formación de la sociedad y de promover el bienestar de todas las personas, especialmente de los pobres y los vulnerables (nos. 47-48).

Cada ser humano tiene el derecho a la vida, un derecho fundamental que hace posibles todos los demás derechos, y el derecho a tener acceso a aquellas cosas que requiere la decencia humana: alimento y albergue, educación y trabajo, cuidado médico y vivienda, libertad religiosa y vida familiar… A estos derechos les corresponden obligaciones y responsabilidades, para con los demás, nuestras familias y la sociedad en general… La economía debe estar al servicio de la gente y no al contrario. Por lo tanto, es necesario que un sistema económico sirva a la dignidad de la persona humana y al bien común mediante el respeto de la dignidad del trabajo y la protección de los derechos de los trabajadores… Tenemos la obligación moral de proteger el planeta en el que vivimos, de respetar la creación de Dios y de asegurar un ambiente seguro y hospitalario para los seres humanos, especialmente para los niños durante sus etapas de desarrollo más vulnerables (nos. 49-51).

Somos una sola familia humana, independientemente de nuestras diferencias nacionales, raciales, étnicas, económicas e ideológicas. Somos los cuidadores de nuestros hermanos y hermanas donde quiera que se encuentren. Amar a nuestro prójimo tiene dimensiones globales y requiere de nosotros la erradicación del racismo y la búsqueda de soluciones a la pobreza y enfermedades extremas que afectan tanto al mundo. La solidaridad también incluye el llamado bíblico a dar la bienvenida al forastero entre nosotros, incluidos los inmigrantes que buscan trabajo (no. 52).

A continuación, hágales las siguientes preguntas, o similares, para promover el diálogo:

  • ¿Qué valores exaltan estas citas que deberían ser importantes para los católicos?
  • ¿Cómo podrían estos valores ayudarnos, como católicos, a formar nuestras perspectivas sobre las cuestiones que enfrenta el mundo que señalamos al comienzo de esta sesión?
  • ¿Sobre qué problemas que enfrentan los miembros de nuestra familia humana están ustedes más preocupados? ¿Cómo podrían ustedes y su escuela (o parroquia) responder?

Con antelación, el catequista debería visitar el sitio web Comunidades de sal y luz, que es un proyecto del Departamento de Justicia, Paz y Desarrollo Humano de la USCCB, para reunir ideas sobre cómo los jóvenes pueden orar, tender lazos y aprender juntos con el fin de explorar un tema de interés particular a la luz de nuestra fe. El sitio también contiene historias de cómo las comunidades de fe, incluidos los jóvenes, están poniendo la fe en acción.

Oración final

Regresen a donde están reunidos los adultos o al círculo de oración. 

Una vez que se hayan reunido todos en silencio, proclame la lectura.

Lectura del Evangelio según san Mateo… (Mateo 25:31-46)

Pida a los jóvenes que se acuerden de los que pasan hambre, tienen sed, están en prisión o son extranjeros. Oren por ellos ahora.

Tome una pausa, en silencio.

Oremos.
Padre de toda la creación,
Tú creaste a la humanidad a tu imagen y semejanza.
Te pedimos que podamos ver el rostro de Jesús en los que tienen hambre, tienen sed, están en prisión y son extranjeros.
Espíritu de justicia, ayúdanos a nosotros y a todo tu pueblo a buscar respeto por la dignidad de todas las personas y trabajar para proteger el bien común
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.