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como para las obras caritativas de la Iglesia llevadas a cabo dentro de la
diócesis y a nivel nacional e internacional. Demostrar y fomentar una cul-
tura de generosa contribución y administración es una forma sumamente
eficaz de evangelizar.
Conclusión
Ningún plan pastoral por sí mismo evangelizará y hará que las personas
vivan como discípulos misioneros. Un plan no es un fin en sí mismo. Es un
medio de nutrir, con la ayuda del Espíritu Santo, el testimonio de Cristo en
el mundo. Testigos fieles han encontrado a Cristo, han sido acompañados
y formados por la comunidad de fe, y han sido enviados en misión para
transformar el mundo por la gracia de Cristo. Los líderes pastorales no
pueden llevar a cabo solos esta tarea de formar discípulos misioneros. Las
parroquias evangelizadoras que forman discípulos misioneros fomentan la
corresponsabilidad entre todos los bautizados. El papa Francisco recordó
a los líderes pastorales en los Estados Unidos esta manera de ser Iglesia
durante su visita apostólica en 2015:
Uno de los grandes desafíos de la Iglesia en este momento es fomen-
tar en todos los fieles el sentido de la responsabilidad personal en
la misión de la Iglesia, y capacitarlos para que puedan cumplir con
tal responsabilidad como discípulos misioneros, como fermento
del Evangelio en nuestro mundo. Esto requiere creatividad para
adaptarse a los cambios de las situaciones, transmitiendo el legado
del pasado, no solo a través del mantenimiento de estructuras e
instituciones, que son útiles, sino sobre todo abriéndose a las posib-
ilidades que el Espíritu nos descubre y mediante la comunicación
de la alegría del Evangelio, todos los días y en todas las etapas de
nuestra vida.
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¡Que los recursos teológicos y pastorales aquí presentados ayuden a su
comunidad de fe en su camino hacia la formación de discípulos misioneros
y la transformación del mundo con el amor y la misericordia de Jesucristo!
¡María, Estrella de la Nueva Evangelización, ruega por nosotros!