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Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos
de la Iglesia se estaban llevando a cabo en Estados Unidos. El 7 de
noviembre de 1791, veinte sacerdotes se reunieron en la casa del obispo
en Baltimore. La primera sesión del sínodo trató sobre las reglas para
administrar el Bautismo y la Confirmación. Otra sesión desarrolló las
reglas para la admisión de los niños a la Primera Comunión. Antes de
recibir el sacramento se esperaba que los niños hubiesen cumplido la
edad de la razón, recibido una enseñanza firme sobre la doctrina cristiana
y que se hubiesen confesado.
La cuarta sesión trató sobre la necesidad de que los sacerdotes
recibieran autorización del obispo para escuchar confesiones. Durante
la quinta sesión tuvo lugar una larga discusión sobre las preocupaciones
pastorales respecto al sacramento del Matrimonio. El sínodo acabó
siendo un éxito y recibió grandes elogios tanto en su propio país como
en el extranjero. La manera de dirigir el sínodo ayudó a dar forma a
los concilios provinciales y plenarios de Baltimore hasta bien entrado el
siglo XIX e incluso posteriormente. Las cuestiones tratadas reflejaban el
compromiso del Obispo Carroll de ser un atento maestro, obispo y pastor.
Durante los años siguientes, el Obispo Carroll tuvo gran influencia
en la creación de escuelas católicas, la instauración de congregaciones
religiosas y la creación de nuevas diócesis y parroquias. También fue
muy efectivo a la hora de organizar su muy amplia diócesis, la cual
incluía los trece estados originales, el Territorio del Noroeste y, más
tarde, el extenso territorio que conformaría la Compra de Louisiana. El
Obispo Carroll preparó el terreno para la fuerte comunidad de la Iglesia
en Estados Unidos. Construyó los sólidos cimientos sobre los que la
comunidad podría crecer, y sobre los que creció.
En 1808, el mismo día en el que el Santo Padre estableció las Diócesis
de Boston y Bardstown, la sede de Baltimore fue elevada a archidiócesis.
Como resultado de ello el Obispo Carroll se convirtió en el primer
arzobispo de Estados Unidos.
Durante sus años como obispo, y luego arzobispo, de Baltimore,
la política estadounidense muy propia de libertad religiosa empezaba
a tomar forma. La Declaración de Independencia empezaba con la
presuposición de una fe en Dios. El primer artículo de las diez enmiendas
a la constitución de Estados Unidos, llamadas conjuntamente la Carta