

Apéndice B. Oraciones Tradicionales Católicas • 573
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Oración por la Paz (“Hazme
instrumento de tu paz”)
Señor, haz de mi un instrumento de
tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga
el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo
ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo
ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga
la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga
la Fe.
Que allá donde desesperación, yo
ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo
ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo
ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto
ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido,
cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como
uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se
es perdonado,
es muriendo como se resucita a la
vida eterna.
—San Francisco de Asís
Oración por las Almas
del Purgatorio
Dales, Señor, el descanso eterno. Y
alúmbreles la eterna luz.
Y las almas de los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios,
descansen en paz. Amén.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel arcángel, defiéndenos
en la lucha,
sé nuestro amparo contra las
acechanzas del demonio,
que Dios manifieste su poder sobre
él es nuestra humilde súplica;
y tú Príncipe de la milicia celestial,
con la fuerza que Dios te ha
conferido,
arroja al Infierno a Satanás y a los
demás espíritus malignos,
que vagan por el mundo para la
perdición de las almas. Amén.
Oración al Ángel de la Guardia
Ángel de Dios,
que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha
encomendado a ti,
ilumíname, dirígeme, guárdame.
Amén.