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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
ocultas ahora en la eternidad de Dios, pero como el Señor Resucitado y
Cabeza de la Iglesia, Jesucristo nos llama a compartir en ellas a través
de la liturgia de la Iglesia, es decir, mediante la asamblea visible de la
comunidad para el culto y conmemoración de los que Dios ha hecho
por nosotros. Es el Espíritu Santo, fuente de la vida de la Iglesia, quien
nos reúne mediante acciones litúrgicas, de entre las cuales las principales
son los sacramentos. La propia palabra
liturgia
tiene una aplicación más
amplia que la de los sacramentos, ya que incluye toda la vida de oración
pública oficial de la Iglesia, mientras que la palabra
Sacramento
se refiere
a una celebración específica de la obra salvífica de Cristo.
LOS SACRAMENTOS
Toda la vida litúrgica de la Iglesia gravita en torno al
Sacrificio eucarístico y los sacramentos.
—CIC, no. 1113
A medida que entendemos los sacramentos, es importante reconocer que
los sacramentos tienen una realidad tanto visible como invisible, una
realidad abierta a todos los sentidos humanos pero que cuya profundidad
divina se comprende con los ojos de la fe. Cuando los padres abrazan
a sus hijos, por ejemplo, la realidad visible que vemos es el abrazo. La
realidad invisible que transmite el abrazo es el amor. No podemos “ver”
el amor que el abrazo expresa, aunque a veces podemos ver su efecto en
el desarrollo del niño.
La realidad visible que observamos en los sacramentos es su expresión
externa, la forma que toman y la manera en la que son administrados
y recibidos. La realidad invisible que no podemos “ver” es la gracia de
Dios, su iniciativa llena de gracia que nos redime a través de la muerte
y Resurrección de su Hijo. Su iniciativa se llama
gracia
porque es el don
gratuito y de amor mediante el cual Él ofrece a la gente compartir en su
vida y nos muestra su predilección y deseo de nuestra salvación. Nuestra
respuesta a la gracia de la iniciativa de Dios es ella misma una gracia
o don de Dios, mediante la cual podemos imitar a Cristo en nuestras
vidas diarias.