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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
XIX, a la vez que realzaba la identidad católica. Escribió un libro en verso,
Songs from the Southern Seas
(
Canciones de los Mares del Sur
[v.d.t.]).
También escribió artículos para las publicaciones periódicas
The Atlantic
Monthly
y
Scribner’s Monthly
.
Usó a
The Boston Pilot
como una plataforma para defender una Irlanda
independiente y pronunciarseacercade los derechos de los afroamericanos
y los nativos americanos. Comparó la opresión que estas minorías sufrían a
la que estaban viviendo los inmigrantes irlandeses. Estos grupos oprimidos
encontraron en este hombre a un amigo. Hizo campaña abiertamente en
The Boston Pilot
a favor de candidatos políticos que favorecían una reforma
social.Se hizomiembro de varias organizaciones caritativas y fue un defensor
sobresaliente de la educación católica. Recibió doctorados
honoris causa
de la Universidad de Georgetown, en Washington, D.C., y de la Universidad
de Notre Dame, en South Bend, Indiana.
Su inesperada muerte a causa de un ataque al corazón en 1890 fue
caracterizada como “una calamidad pública” por el Cardenal Gibbons
de Baltimore.“Cuando murió”, dice el historiador Mark Schneider, en
Boston
Confronts Jim Crow
(
Boston se Enfrenta a Jim Crow
[v.d.t.]),“la oportunidad
dealgún tipodeasociación progresistaentre católicos irlandeses ymiembros
de la pequeña comunidad afroamericana de Boston se echó a perder. La
luz de la unidad ‘verde y negra’ osciló y murió”.
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Debido a su fuerte presencia pública y a su excelente testimonio
católico, el velatorio por O’Reilly tuvo lugar en la Iglesia de Saint Mary, en
Charlestown, un barrio de Boston, a donde miles de dolientes fueron a dar
el pésame.
El
Catecismo
dice que todos aquellos que nacen de nuevo en el
Bautismo como hijos de Dios “están obligados a confesar delante de los
hombres la fe que recibieron de Dios por medio de la Iglesia y de participar
en la actividad apostólica y misionera del Pueblo de Dios” (CIC, no. 1270).
Dios otorgó a John Boyle O’Reilly la gracia de vivir, de una manera vigorosa
e inspiradora, su compromiso bautismal a la causa de Cristo, la Iglesia y el
Reino de Dios. Demostró cómo los laicos pueden llevar el Evangelio a la
sociedad y marcar una diferencia.
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13 Citado por Thomas H. O’Connor
,
en
Boston Catholics
(Boston: Northeastern University
Press, 1998), 145 (v.d.t.).