Capítulo 17. La Eucaristía: Fuente y Cumbre de la Vida Cristiana
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3. Liturgia de la Eucaristía
a.
La Presentación de las Ofrendas
(Jesús tomó el pan y el vino). La
ofrenda del pan y el vino es recibida por el sacerdote, a quien le puede
asistir el diácono. “Serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo
en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y en su
Sangre” (CIC, no. 1350). Desde los primeros días de la Iglesia, también
había una ofrenda de dones para los pobres y los necesitados. Esto se
ha convertido en el momento y lugar acostumbrados para la colecta
parroquial.
b.
La Plegaria Eucarística
(Jesús lo bendijo y dio gracias). Este
es el núcleo de la Liturgia Eucarística, que se desarrolla de la
siguiente manera:
•
Acción de gracias
(expresada especialmente en el Prefacio):
En esta oración, agradecemos a Dios Padre, por el Hijo
La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa
solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que
encierra en síntesis
el núcleo del misterio de la Iglesia
. Ésta
experimenta con alegría cómo se realiza continuamente,
en múltiples formas, la promesa del Señor: “He aquí
que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo” (Mt 28:20); en la sagrada Eucaristía, por la trans
formación del pan y el vino en el cuerpo y en la sangre
del Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad
única. Desde que, en Pentecostés, la Iglesia, Pueblo de
la Nueva Alianza, ha empezado su peregrinación hacia
la patria celeste, este divino Sacramento ha marcado sus
días, llenándolos de confiada esperanza. (Papa Juan Pablo
II,
Sobre la Eucaristía en su Relación con la Iglesia
[
Ecclesia
de Eucharistia
; EE], no. 1)
LA IGLESIA Y LA EUCARISTÍA