42 •
Primera Parte. El Credo: La Fe Profesada
El Cardenal John Henry Newman (1801-1890) escribió a menudo
sobre la fe y sus implicaciones. Había nacido y crecido en Inglaterra.
De niño, había estado expuesto al cristianismo protestante de
una forma muy general. Cuando tenía alrededor de quince años,
tuvo una experiencia de conversión que lo llevó finalmente a
buscar la ordenación como sacerdote anglicano. Incluso antes de
su ordenación, la cual tuvo lugar cuando él tenía veintitrés años,
Newman trabajó como maestro en la Universidad de Oxford, donde
sus enseñanzas, predicaciones y escritos lo llevaron a examinar su
fuerte posición anticatólica. Se hizo miembro de la Iglesia Católica
en 1845, se ordenó sacerdote en 1847 y finalmente fue nombrado
cardenal en 1879. Pasó gran parte del resto de su vida enseñando y
escribiendo sobre la fe católica y la Iglesia Católica. Su influencia a
nivel universitario hizo que muchos otros lo siguieran y se hiciesen
miembros de la Iglesia Católica. A causa del trabajo universitario
del Cardenal Newman y su éxito a la hora de enseñar la fe, los
centros católicos de fe y culto en las escuelas de educación superior
y universidades seculares en Estados Unidos a menudo se llaman
“Newman Centers”.
En 1849, el entonces Padre Newman publicó un ensayo sobre la
necesidad de confiar en la Palabra de Dios y someterse en fe al
Magisterio de la Iglesia. Las palabras de Newman, dadas las corrien
tes contemporáneas que invitan a decidir por uno mismo en qué
creer, pueden hoy ser leídas y ser objetos de reflexión:
[En tiempos de los Apóstoles] […] un cristiano estaba
obligado a aceptar sin dudar todo lo que los Apóstoles
habían declarado como revelado; si los Apóstoles habla
ban, él tenía que otorgar un asentimiento mental interno
[…] la sumisión inmediata e implícita de la mente era,
en la época de los Apóstoles, el único requisito necesario
de la fe […] Nadie podía decir: “Yo decidiré mi propia
LA FE REQUIERE SUMISIÓN