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Primera Parte. El Credo: La Fe Profesada
Escrituras, y a través de las palabras que iluminan el significado de estos
acontecimientos (cf. DV, no. 2). En la Revelación se tiende un puente
sobre el tremendo abismo entre Dios y la raza humana. Dios desea
más profundamente tener una relación íntima con todas las gentes. El
proceso de la Revelación, que tardó siglos en desarrollarse, alcanzó su
magnífica plenitud en la vida, muerte y Resurrección de Jesucristo.
La Revelación es un acto por medio del cual Dios habla a un pueblo
formado por Él por medio de su alianza.
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La alianza entre Dios y la
humanidad se estableció primero con Noé después del Diluvio Universal,
cuando Dios en su misericordia prometió que nunca más habría una
catástrofe que amenazara la existencia de toda la humanidad. Dios
estableció más tarde una alianza con Abrahán. Después con el pueblo
de Israel, bajo el liderazgo de Moisés, durante la época del éxodo,
cuando eran esclavos en Egipto. Dios afirmó que ellos siempre serían
su pueblo.
Este es el gran drama del diálogo entre Dios y su pueblo que tiene
lugar en la historia vivida del pueblo envuelto por su amor. Incluye
la interpretación inspirada que el pueblo hace de los acontecimientos
históricos, que refleja un mayor entendimiento de la voluntad y presencia
de Dios a medida que avanzan en su peregrinar a través de los siglos.
Responder a la palabra reveladora de Dios y percibir la acción
divina en la historia requiere fe. Los hay quienes no tienen fe, o quienes
rechazan conscientemente vivir en la fe. No pueden o no quieren percibir
la presencia o acción de Dios en el mundo y a veces se burlan o mofan de
quienes lo hacen. Pero para mucha gente, Dios hace la fe posible y, con
la orientación del Espíritu Santo, la fe ayuda a esas personas a apreciar
continuamente más como Dios ha actuado en la historia para amarnos
y salvarnos.
La Revelación de Dios perturbó y cambió a los patriarcas, profetas,
Apóstoles y otros. Cuando Moisés se encontró con Dios en la zarza
ardiente, Moisés tembló y se quitó las sandalias, ya que estaba en tierra
sagrada (cf. Ex 3:1-6). Isaías contempló la gloria de Dios, y cuando la
1 Una alianza era originalmente un tratado en el cual un señor y un vasallo aceptaban ciertas
responsabilidades hacia con el otro. En el Antiguo Testamento, esta idea de la alianza se
convirtió en la principal analogía de la relación entre Dios y su pueblo.