Capítulo 2. Dios Sale a Nuestro Encuentro
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1. ¿Cómo se revela libremente Dios a sí mismo?
Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente
que estableció desde la eternidad en Cristo en favor
de todos los hombres. Revela plenamente su designio
enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al
Espíritu Santo. (CIC, no. 50)
2. ¿Qué respuesta a la Revelación planeó Dios para el hombre?
Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres
capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá
de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas.
(CIC, no. 52)
3. Si la Revelación está completa, ¿cuál es el próximo paso?
Aunque la Revelación esté acabada, no está completa
mente explicitada; corresponderá a la fe cristiana compren
der gradualmente todo su contenido en el transcurso de
los siglos. (CIC, no. 66)
DEL CATECISMO
visión desapareció se vio a sí mismo de una forma nueva: “¡Ay de mí!,
estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros” (Is 6:5). Ante la
revelación del poder divino de Jesús, Pedro rogó: “¡Apártate de mí, Señor,
porque soy un pecador!” (Lc 5:8). La Revelación pide una respuesta de fe
y conversión, no solo en el pasado, pero también hoy en día.
Ya que la alianza cristiana es definitiva, no tendrá lugar una nueva
Revelación pública hasta la gloriosa manifestación final de Jesucristo al
final de los tiempos (DV, no. 4). Todo lo que se necesita para la salvación
ya ha sido revelado. Lo que se llaman
revelaciones privadas
, es decir,
mensajes como los dados por la Santísima Virgen María en Lourdes
y Fátima, no añaden nada a lo que fue revelado públicamente hasta
Cristo y por medio de él. Pero las revelaciones privadas pueden ayudar