Entrenamiento para las Escuelas Católicas

catechetical-sunday-2015-poster-english-spanish-animatedPre-evangelización y Escuelas Católicas

por Inma Cuesta, CMS
Directora de la oficina del Ministerio Hispano
Diócesis de Richmond, Va.

El contexto socio-cultural de hoy presenta paradigmas religiosas distintos a los del pasado cuyas posturas religiosas se basaban en costumbres litúrgicas y sacramentales. La sociedad actual es más dinámica y cambiante, proyectada a la nueva tecnología digital y al futuro. El proceso de secularización ha opacado los valores evangélicos del pasado. Sin duda alguna, esto afecta al proceso de pre-evangelización y a la educación religiosa, tanto en el ámbito parroquial como escolar

Al hablar de pre-evangelización partimos del hecho que todo ser humano es "capaz de Dios". (Catecismo de la Iglesia Católica, no. 27). Ya desde los primeros siglos del cristianismo, san Justino Mártir, siglo II d.C, desarrolla el tema de las "semillas del Verbo". Según este autor, el ser humano siente el impulso natural de conocer la Verdad, realidad que lo lleva a abrirse a la dimensión trascendente de su ser.

Para Hegel, filosofo alemán, el espíritu atraviesa una serie de niveles antes de llegar al saber absoluto, "en el comienzo del filosofar está el ser", por lo cual propuso que todo espíritu en búsqueda de perfección recorre tres niveles, a saber, filosófico, artístico y teológico.

Primero,si todo ser humano es capaz de conocer a Dios todos estamos expuestos a una pre-evangelización. Hemos sido injertados en el Verbo sin saberlo y cuando llega el anuncio del encuentro con Cristo y lo acogemos en nuestro corazón se desencadena, entonces, en nuestro interior el deseo de buscar el amor de Dios y el bien de los demás. De este modo, quedamos expuestos al misterio mismo de la Trinidad que nos recuerda que fuimos creados "a imagen de esa comunión divina". (Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium", no. 178). El Kerigma implica no sólo encontrar a Cristo, sino también, ir al encuentro de los demás impulsados por el amor recibido por Dios en su vida. Este hecho no deja a la persona indiferente, al contrario, la persona está invitada a la "salida de sí hacia el hermano". (EG, no. 179). Por tanto, la Palabra toma cuerpo y vida en cuanto a nuestra relación social ya que no podemos desarrollar nuestro ser sin el prójimo. El ser humano se expresa como tal en cuanto es capaz de desarrollar relaciones sociales entre sus semejantes y todo lo creado. De hecho, cada criatura creada nos habla de Dios y el ser humano que goza de la dignidad dada por Dios de ser hijo en el Hijo es agente no sólo receptivo de su amor sino también capaz de dar amor al prójimo, como nos afirma magistralmente el Papa emérito Benedito XVI: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva". (Carta Encíclica "Deus Caritas Est", no. 1).

Segundo, la parte estética y sensible son expresiones del Espíritu. La educación y la formación en la fe deben apuntar al "camino de la belleza" y de la perfección humana.Ya lo decía san Agustín, el ser humano ama lo bello y Jesús a través de su encarnación refleja la infinita belleza de lo creado tirándonos a la dimensión del amor. (EG, no. 167).

Todo lo creado en sí es centro de su universo y establece un diálogo con Dios. San Francisco de Asís en su expresión "hermano sol y hermana luna" expresa como el hombre no es el centro de todo el universo sino que es uno más entre todo lo creado. De ahí, que viene el sentido fraternal de nosotros, seres humanos, con toda la creación.

Tercero, lo teologal implica que la dimensión humana lleva a lo divino, poéticamente lo podemos encontrar en la Divina Comedia de Dante Alighieri, como Virgilio conduce a Dante hasta la entrada del cielo en donde es recibido por Beatriz, personificación de la teología.Por lo tanto, la estructura ontología del ser humano conlleva en su naturaleza una dimensión humana que lo abre a lo trascendente y lo incluye en su dimensión infinita. Es decir, es homo capax Dei. Es así, como la semilla del Verbo es injertada en los seres humanos y, por tanto, en sus culturas. Todo ser humano lleva en sus genes la impronta divina, la chispa de eternidad; no importa ni etnia, ni sexo, ni cultura, ni religión. Todos por el simple hecho de ser humanos somos dignificados a imagen y semejanza de Dios. (Génesis 1:26).

Podría señalarse aquí que la persona recibe en su Bautismo la fe y la esperanza como virtudes teologales, pero la caridad ha sido sembrada en todo ser humano, independientemente de su religión, por eso existen tantas personas generosas y, no por ello, son cristianos católicos, a estos se les llama cristianos anónimos cristianos anónimos─ se les ha sembrado la semilla del reino aunque no la reconozca según la perspectiva de Karl Ranner, S.J. Sin embargo, por el Bautismo el ser finito es sumergido en la realidad infinita recibiendo gratuitamente la fe y la esperanza, pero como ya hemos mencionado anteriormente, la caridad es injertada en el ser humano por su estructura ontología que lo abre a la bondad de Dios.

En fin, la situación de necesitar trascendernos como seres buenos, constituidos ontológicamente, implica que debemos dejarnos ser guiados por el buen espíritu del prójimo, la doctrina social de la Iglesia, la caridad, la dignidad humana, la justicia y la paz. Todos en sí buscamos estos valores de misericordia. Es el impulso de Dios, él nos quiere atraer. Ahora, ¿cómo pasar de ser cristiano anónimo a practicante, base de una religión natural pre-evangelizadora donde está depositada la semilla del Verbo a una religión sobrenatural que está basada en el encuentro personal con Cristo?

El rol de las escuelas católicas juega un papel muy significativo en la vida infantil y adolescente. Su misión no es sólo la de proveer una buena educación intelectual, afectiva y de buenos hábitos, sino también religiosa. (Declaración "Gravissimum Educationis", no. 5). De esta manera, las escuelas católicas ofrecen un ambiente comunitario que prepara al estudiante a interactuar en la sociedad desde los valores evangélicos. Ella, la escuela católica, se distingue de las demás instituciones educativas de su género, por el simple hecho de que es un campo fértil no sólo para dar el primer anuncio a los estudiantes, sino para evangelizar de consecuencia a sus padres y "ofrecer una gran oportunidad para la catequesis de adultos". (Directorio General para la Catequesis, no. 179).

Un gran desafío que enfrenta las escuelas católicas estadounidenses es la apertura y acogida a la diversidad cultural. Aunque el ser católico significa ser universal no es un hecho espontáneo en el ámbito escolar católico, donde "se ve obligada a acentuar su carácter cultural" (DNC, no. 260) como parte integrante de su proceso educativo y religioso. De consecuencia, abriendo así a sus alumnos a la realidad multicultural existente.

Aquí les comparto un testimonio de vida donde se refleja el impacto que las escuelas católicas tienen en las vidas de las familias que con alegría acogen en sus hogares el mensaje evangélico y lo encarnan.

"La educación religiosa que reciben los niños es excelente.  Ellos saben muchísimo, saben más de lo que les enseñan en clases de castísimo en la Iglesia. Mi hija hizo su primera comunión y ella ya estaba preparada. Ya lo sabía por la escuela. Bueno no sólo le sirve a los niños pero a nosotros como padres, porque nosotros como padres sabemos más por ellos. Siento que mi conexión con Dios es más grande y estamos más unidos como familia, gracias a la educación recibida en la escuelacatólica". (Nitzia Flores, mamá de dos estudiantes de la escuela católica)

En fin, las escuelas católicas son un campo fértil para el proceso de pre-evangelización que invita a cada integrante a tener un encuentro personal con Cristo, abriendo así su corazón a horizontes de hermandad, comunión y respecto por las diferencias entre sus iguales. Es un gran regalo el contar con escuelas católicas que no sólo se ponen al servicio de la educación intelectual sino también de la religiosa. Promoviendo apertura y acogida a la diversidad étnica, cultural y religiosa. Ambas educaciones, intelectual y religiosa, constituyen un pilar insustituible para proteger la dignidad del ser humano y abrirse a las necesidades del prójimo, sobre todo en una sociedad tan dinámica, diversa y evolutiva como la actual.

Propuestas para promover una pre-evangelización en las escuelas católicas:

  • Cine Fórum - que permita al estudiante a dialogar entre sus compañeros y adquirir una visión crítica. (Ideal para involucrar a toda la familia).

  • Crear grupos devoluntariado juveniles en las parroquias asociadas a las escuelas donde el estudiante ejercite su caridad y compasión entre los más necesitados.

  • Grupos de oración ecuménica para incluir las diferentes culturas, religiones y adquirir una apreciación mutuo de nuestras creencias religiosas.

Para futuras lecturas:

m Evolución del concepto "semillas del Verbo" - Simposio del CELAM de Diálogo entre Obispos y Expertos en la Teología India. Disponible en: https://www.portalmisionero.com/semillasdelverbo.htm

m José Antonio Pagola. "Volver a Jesús: hacia la renovación de parroquias y comunidades" PPC: Madrid, 2014. Ebook.


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Las citas del catecismo y de los documentos papales han sido extraídas de la página web oficial del Vaticano: www.vatican.va

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