Educational Resource

La Enseñanza Social Católica

Office/Committee
Year Published
  • 2019
Language
  • English

La enseñanza social de la Iglesia es un rico tesoro de sabiduría sobre la manera de construir una sociedad justa y vivir una vida de santidad en medio de los desafíos de la sociedad moderna. La enseñanza social cat61ica moderna ha sido articulada por medio de una tradición de documentos papales, conciliares y episcopales. Leyendo directamente estos documentos se pueden entender mejor la profundidad y la riqueza de esta tradición. En estas breves reflexiones, nos gustaría destacar varios de los temas clave que se encuentran en el mero centro de nuestra tradición social católica.

Los Siete Temas del Enseñanza Social Católica

  • LA VIDA Y LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
    La Iglesia Católica proclama que la vida humana es sagrada y que la dignidad de la persona es la base de una visión moral para la sociedad. Esta creencia es el fundamento de todos los principios de nuestra ensenanza social. En nuestra sociedad, la vida humana está bajo el; ataque directo del aborto y la eutanasia. La vida humana está amenazada por la clonación, las investigaciones sobre las células madre embrionarias y por la aplicación de la pena de muerte. El poner intencionalmente la mira en la población civil durante una guerra o un ataque terrorista siempre está mal. La enseñanza católica nos llama siempre a hacer todo lo posible para evitar una guerra. Las naciones deben proteger el derecho a la vida encontrando maneras eficaces para evitar los conflictos y para resolverlos por medios pacificos. Creemos que toda persona tiene un valor inestimable, que las personas son más importantes que las cosas y que la medida de cada institución se basa a en si amenaza o acrecienta la vida y la dignidad de In persona humana.
     
  • EL LLAMADO A LA FAMILIA, A LA COMUNIDAD Y A LA PARTICIPACION
    La persona no sólo es sagrada sino tambien social. La manera en que organizamos nuestro sociedad-en lo económico y lo político, en leyes y políticas-afecta directamente la dignidad humana y la capacidad de los individuos para crecer en comunidad. El matrimonio y la familia son las instituciones centrales de la sociedad y éstas deben ser apoyadas y no minadas. Creemos que todas las personas tienen el derecho y el deber de participar en la sociedad buscando juntas el bien común y el bienestar para todos, especialmente para los pobres e indefensos.
     
  • LOS DERECHOS Y DEBERES
    La tradición católica enseña que se puede proteger la dignidad humana y se puede establecer una comunidad saludable sólo si se respetan los derechos humanos y se cumple con los deberes. Por lo tanto, toda persona tiene un derecho fundamental a la vida y un derecho a todo lo necesario para vivir con decencia. A la par de esos derechos, hay también deberes y responsabilidades-de unos a otros, hacia nuestras familias y hacia la sociedad en general.
     
  • LA OPCIÓN POR LOS POBRES E INDEFENSOS
    Una prueba moral básica es cómo les va a los miembros más indefensos. En una sociedad marcada por divisiones cada vez más agudas entre ricos y pobres, nuestra tradición recuerda la historia del Juicio Final (Mt. 25:31-46) y nos enseña a preocuparnos primero por las necesidades de los pobres e indefensos.
     
  • LA DIGNIDAD DEL TRABAJO Y LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
    La economía debe servir al pueblo y no al revés. El trabajo es más que una forma de ganarse la vida, es una forma de participar continuamente en la creación de Dios. Si e ha de proteger la dignidad del trabajo, entonces debe respetarse los derechos básicos de los trabajadores-el derecho a un trabajo productivo, a salarios adecuados y justos, a organizar sindicatos y a unirse a ellos, a la propiedad privada y a la iniciativa económica.
     
  • LA SOLIDARIDAD
    Somos una familia humana cualesquiera que sean nuestras diferencias nacionales, raciales, étnicas, económicas e ideológicas. Somos los custodios de nuestros hermanos y hermanas dondequiera que se encuentren. Amar a nuestro prójimo tiene dimensiones globales en un mundo cada vez más pequeño. En el mero centro de la virtud de la solidaridad está la búsqueda de la justicia y la paz. EI Papa Paulo VI nos dijo: "si quieres paz, trabaja por la justicia".1 El Evangelio nos llama a ser pacificadores. Nuestro amor por rodos nuestros hermanos y hermanas exige que fomentemos la paz en un mundo rodeado de violencia y conflicto.
     
  • El CUIDADO POR LA CREACION DE DIOS
    Nosotros mostramos nuestro respeto por el Creador cuidando la creación. El cuidado por la tierra no es sólo un eslogan para el Día de la Tierra; es un requisito de nuestra fe. Estamos llamados a proteger a las personas y al planeta viviendo nuestra fe en relación con toda la creación de Dios. Este desafío ambiental tiene dimensiones morales y éticas fundamentales que no pueden ser ignoradas.


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Siguiendo las huellas de Jesús: Manual de recursos sobre la enseñanza social católica

 

 

  • Siguiendo las huellas de Jesús es un manual de recursos diseñado para usarse conjuntamente con el video Siguiendo las huellas de Jesús: La enseñanza social católica en acción hoy (Washington, DC: USCCB, 2003). Este manual, junto con el video, puede ayudar a las parroquias a capacitar a sus feligreses a hacer lo siguiente:
    1. Conectar la enseñanza social católica con la vida y el ministerio de Jesús.
    2. Comprender siete temas claves de la enseñanza social católica.
    3. Llevar la enseñanza social católica a la práctica mediante obras de caridad, actos de justicia y la búsqueda de la paz.
    Este manual de recursos se pueden usar con personas de diferentes edades, incluyendo estudiantes de los grados 7 al 9, con jóvenes de los grados 10 al 12, con jóvenes adultos y con adultos. Los materiales también pueden ser de ayuda a los consejos, comités, ministerios y otros grupos parroquiales.


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La Enseñanza Católica sobre la Pobreza: "Un lugar en la mesa"

 

 

 

 

  • Como católicos, debemos congregarnos con la convicción común de que ya no podemos tolerar el escándalo moral de la pobreza en nuestro país y tanta hambre y privación en nuestro mundo. Un lugar en la mesa, (págs. 1-2)
     
  • "¿Qué hicieron por estos los más pequeños?" Jesús se identificó él mismo con los hambrientos, los sedientos, los desnudos, los encarcelados y los forasteros, insistiendo en que cuando los servimos lo servimos a él. (Mt 25:40) Un lugar en la mesa, (pág. 3).
     
  • Tiene que ver con las virtudes que practicamos en nuestra propia vida y con los valores que promovemos en la vida pública. Se trata de ver si hay Un lugar en la mesa para todos en nuestras comunidades, nuestra nación y nuestro mundo. Un lugar en la mesa, (pág. 5).
     
  • En Estados Unidos, 34 millones de personas viven por debajo de la línea oficial de la pobreza… Si todas estas personas vivieran en un solo estado, su población sería mayor que las poblaciones actuales combinadas de Colorado, Utah, Wyoming, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Idaho, Iowa y Arizona. Un lugar en la mesa, (pág. 6).
     
  • El principio de la solidaridad nos recuerda que, como miembros de una sola familia humana, veamos al "otro" como nuestro prójimo, con quien debemos ser partícipes del "banquete de la vida al que todos son igualmente invitados por Dios." Un lugar en la mesa, (pág. 13).
     
  • La solidaridad nos llama a velar por nuestros semejantes necesitados que están cerca y por los que están lejos, y ver a todos los que sufren como hermanas y hermanos. Un lugar en la mesa, (pág. 13).
     
  • El trabajo no debe dejar pobre a la gente, sino que debe proporcionar un salario suficiente para alcanzar un nivel de vida acorde con la dignidad humana. Un lugar en la mesa, (pág. 13-14).
     
  • En la tradición católica, la preocupación por los pobres se fomenta mediante la acción individual y común, las obras de caridad, los esfuerzos por alcanzar un orden social más justo, la práctica de la virtud y la búsqueda de la justicia en nuestra propia vida. Requiere acción para hacer frente a estructuras de injusticia que dejan a la gente en la pobreza. Un lugar en la mesa, (pág. 14).
     
  • El compromiso de nuestra Iglesia de encontrar Un lugar en la mesa para todos los hijos de Dios se expresa en todas las regiones de nuestro país y en los lugares más pobres de la tierra… Nuestra fe nos da la fortaleza, la identidad y los principios que necesitamos para sostener este trabajo. Un lugar en la mesa, (pág. 15).
     
  • …la mesa que buscamos para todos descansa en estas cuatro instituciones, o pies: (1) lo que pueden hacer las familias y personas, (2) lo que pueden hacer las instituciones comunitarias y religiosas, (3) lo que puede hacer el sector privado y (4) lo que puede hacer el gobierno para trabajar juntos en la superación de la pobreza. Un lugar en la mesa, (pág. 15).
     
  • Aquí y en el extranjero, nuestras parroquias y escuelas deben seguir teniendo en claro su identidad y misión, y deben continuar siendo faros de esperanza y centros de ayuda par las familias y comunidades pobres. Un lugar en la mesa, (pág. 17).
     
  • El trabajo debe ser un escape de la pobreza, no otra versión de ésta. Un lugar en la mesa, (pág. 17).
     
  • El proceder católico es reconocer el rol esencial y las responsabilidades complementarias de las familias, las comunidades, el mercado y el gobierno para trabajar juntos en la superación de la pobreza y el fomento de la dignidad humana. Un lugar en la mesa, (pág. 18).
     
  • Quienes tienen más pueden hacer elecciones para usar menos, compartir más y abogar por mayor justicia, para que todas las personas tengan los recursos para sustentarse a sí mismas y a sus familias. Un lugar en la mesa, (pág. 19).
     
  • Para que todos tengan Un lugar en la mesa, algunos de nosotros tal vez tengamos que ocupar un lugar más pequeño en la mesa. Un lugar en la mesa, (pág. 19).
     
  • La unidad nacional, la solidaridad global, la seguridad dentro de nuestro país y la existencia de un mundo más pacífico se promueven procurando una vida decente y digna para todos los hijos de Dios. Un lugar en la mesa, (pág. 20).
     
  • Podemos a veces discrepar en cuanto a los detalles sobre la mejor manera de servir a los necesitados, de superar la pobreza y fomentar la dignidad humana, pero a un cristiano le es imposible decir, "Ésta no es mi tarea". Esta misión es una parte esencial de lo que nos hace discípulos de Cristo. Un lugar en la mesa, (pág. 20).
     
  • Los pobres y los vulnerables nunca deben ser olvidados en nuestro culto público o en nuestra oración privada. Tal como guardamos juntos el domingo en todo el mundo, debemos trabajar juntos en solidaridad el resto de la semana para vivir el Evangelio. (pág. 20-21).
     
  • Como ciudadanos fieles, debemos tomar en serio nuestras responsabilidades de votar y expresar nuestras convicciones en respaldo de políticas públicas, que defiendan la vida human y promuevan la dignidad humana de todos, especialmente la de los pobres y vulnerables. Un lugar en la mesa, (pág. 22).
     
  • Cuando la gente se une para exigir respeto a su dignidad y a sus derechos, no sólo se ayuda a sí misma, sino que también se fortifica la comunidad entera y fomenta el bien común. Nuestra fe nos llama al compromiso, no al retiro; a renovar la tierra, no a huir del mundo. Un lugar en la mesa, (pág. 23).
     
  • El Santo Padre insiste en que cualesquiera sean nuestras diferencias nacionales, étnicas, religiosas o económicas, todos somos hijos de Dios, miembros de una sola familia humana. Un lugar en la mesa, (pág. 23).
     
  • "Amar a nuestro prójimo" tiene dimensiones globales en un mundo que se está reduciendo. En nuestra oración, formación, servicio y ejercicio ciudadano, y en nuestros programas de hermanamiento y extensión debemos traspasar los límites del vecindario y la nación para reconocer el tejido de la vida que nos conecta a todos en esta edad de la globalización. Un lugar en la mesa, (pág. 23).
     
  • Esta no es una época de "puras palabras y de labios para afuera", sino de compromiso "de verdad y con hechos" de los católicos en Estados Unidos, para trabajar con otros con el fin de hacer Un lugar en la mesa para todos los hijos de Dios. Un lugar en la mesa, (pág. 24).


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Ciudadanos Comprometidos: Un Llamado Católico a la Responsabilidad Política

 

 

 

 

  • En épocas de terror y de guerra, de inseguridad global e incertidumbre económica, de falta de respeto por la vida y la dignidad humana, necesitamos volver a los principios morales básicos. La política... Debe tratarse de elecciones morales fundamentals. ¿Cómo protegemos la vida humana? ¿Cómo compartimos en forma justa las bendiciones y el peso de los desafíos que enfrentamos? ¿Qué tipo de nación deseamos ser? ¿Qué tipo de mundo deseamos moldear? --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 1-2
     
  • La política... debe centrarse en una idea vieja con nuevo poder: el bien común. "¿Ha mejorado su situación en los últimos cuatro años?" Debería ser "¿Cómo puede mejorar nuestra situación -la de todos nosotros, especialmente la de los pobres y la de los vulnerables- en los próximos años? ¿Cómo podemos proteger y promover la vida humana y su dignidad? ¿Cómo podemos ir en busca de la justicia y la paz?" --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 2
     
  • Al acercarnos a las elecciones del 2004, renovamos nuestro llamado a una nueva política -centrada en principios morales y no en las últimas encuestas; en las necesidades de los pobres y los vulnerables, y no en las contribuciones de los ricos y poderosos; y en la búsqueda del bien común, y no en las exigencias de intereses especiales. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 3
     
  • En este momento, algunos católicos pueden sentirse políticamente desamparados, al percibir que ningún partido político y pocos candidatos comparten una preocupación constante por la vida humana y su dignidad. Sin embargo, no es el momento adecuado para retraerse o desanimarse. Necesitamos que haya un compromiso más solido en el ámbito político y no lo contrario. Exhortamos a los católicos a que participen más. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 3
     
  • El marco moral católico no se adapta fácilmente a las ideologías de la "derecha" y la "izquierda", ni a las plataformas de ningún partido. Nuestros valores a menudo no son "políticamente correctos". Se les llama a los creyentes a formar una comunidad de conciencia dentro de la sociedad más amplia y a poner a prueba la vida pública mediante los valores de las Escrituras y los principios de la enseñanza católica. Nuestra responsabilidad consiste en evaluar a todos los candidatos, las políticas, los partidos y las plataformas según la forma en que protejan o socaven la vida, la dignidad y los derechos de la persona humana -si protegen o no a los pobres y los vulnerables, y promueven el bien común. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 7
     
  • Jesús nos llamó a "amarnos los unos a los otros". Las palabras y el ejemplo del Señor exigen que cada uno de nosotros cuide a "aquellos más insignificantes". Sin embargo, también requieren de nuestros actos en una escala más amplia. La responsabilidad cívica basada en la fe se extiende más allá de las elecciones. Requiere una participación continua en el constante proceso político y legislativo. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 7
     
  • En la tradición católica, la ciudadanía responsable es una virtud; la partici-pación en el proceso político es una obligación moral. Se llama a todos los creyentes a desempeñar una ciudadanía responsable, a convertirse en participantes informados, activos y responsables del proceso político. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 8
     
  • Como obispos deseamos formar la conciencia de nuestro pueblo. No deseamos instruir a las personas sobre cómo votar refrendando u oponiéndonos a ciertos candidatos. Esperamos que los elec-tores examinen la posición de los candidatos en la gama plena de asuntos, así como también su integridad, su filosofía y su desempeño personal. Estamos convencidos de que una ética coherente de la vida debería ser el marco moral desde el cual tratar los asuntos en la arena política. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 11
     
  • Para los católicos, la defensa de la vida y su dignidad humana no es una causa estrecha, sino una forma de vida y un marco para la acción... Las decisiones sobre los candidatos y las elecciones sobre políticas públicas requieren un compromiso claro a los principios morales, un discernimiento cuidadoso y juicios prudentes basados en los valores de nuestra fe. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 12
     
  • Las elecciones que se avecinan proveen importantes oportunidades para unir nuestros principios, nuestra experiencia y nuestra comunidad en un testimonio público eficaz.... Como católicos necesitamos compartir nuestros valores, elevar nuestras voces y usar nuestros votos para dar forma a una sociedad que proteja la vida humana, promueva la vida familiar, camine hacia la justicia social y practique la solidaridad. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 12
     
  • Construir la paz, combatir la pobreza y la desesperación, y proteger la libertad y los derechos humanos no sólo son imperativos morales; son sabias prioridades nacionales. Dado su enorme poder e influencia en los asuntos mundiales, Estados Unidos tiene una gran responsabilidad de ser una fuerza para la justicia y la paz más allá de sus fronteras. "Libertad y justicia para todos" no es sólo una profunda promesa nacional; es un objetivo valioso para cualquier líder mundial. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 28
     
  • El llamado a una responsabilidad cívica basada en la fe genera una pregunta fundamental para todos nosotros. ¿Qué significa ser un católico que vive en Estados Unidos en el año 2004 y en los años posteriores? Como católicos, las elecciones y las opciones políticas relacionadas con ellas nos llaman a realizar un nuevo compromiso para llevar los valores del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia al terreno público. Como ciudadanos y residentes de Estados Unidos, tenemos el deber de participar ahora y en el futuro en los debates y opciones sobre los valores, la visión y los dirigentes que guiarán nuestra nación. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 29-30
     
  • Este doble llamado de fe y ciudadanía es la esencia de lo que significa ser un católico en Estados Unidos. La ciudadanía comprometida nos llama a buscar "Un lugar en la mesa" de la vida para todos los hijos de Dios en las elecciones del 2004 y más adelante. --El Comité administrativo de los Obispos Católicos Estadounidenses, Ciudadanos Comprometidos: Un llamado Católico a la responsabilidad Católica, pp. 30

 

 

Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles: Llamado de los obispos católicos de Estados Unidos a la responsabilidad política

Forming Consciences for Faithful Citizenship

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Citas del Vaticano sobre los católicos, ciudadanía, y la vida pública

 

 

  • Las actuales sociedades democráticas... exigen nuevas y más amplias formas de participación en la vida pública por parte de los ciudadanos, cristianos y no cristianos. En efecto, todos pueden contribuir por medio del voto a la elección de los legisladores y gobernantes y, a través de varios modos, a la formación de las orientaciones políticas y las opciones legislativas que, según ellos, favorecen mayormente el bien común. --Congregación Doctrina para la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromise y la conducta de los católicos en la vida política, no. 1
     
  • Mediante el cumplimiento de los deberes civiles comunes, de acuerdo con su conciencia cristiana, en conformidad con los valores que son congruentes con ella, los fieles laicos desarrollan también sus tareas propias de animar cristianamente el orden temporal... La consecuencia de esta fundamental enseñanza del Concilio Vaticano II es que los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la "política"; es decir, en la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común. --Congregación Doctrina para la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, no. 1
     
  • Hay que añadir que la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. Ya que las verdades de fe constituyen una unidad inseparable, no es lógico el aislamiento de uno solo de sus contenidos en detrimento de la totalidad de la doctrina católica. El compromiso político a favor de un aspecto aislado de la doctrina social de la Iglesia no basta para satisfacer la responsabilidad de la búsqueda del bien común en su totalidad. --Congregación Doctrina para la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, no. 4
     
  • El Magisterio de la Iglesia no quiere ejercer un poder político ni eliminar la libertad de opinión de los católicos sobre cuestiones contingentes. Busca, en cambio -en cumplimiento de su deber- instruir e iluminar la conciencia de los fieles, sobre todo de los que están comprometidos en la vida política, para que su acción esté siempre al servicio de la promoción integral de la persona y del bien común. --Congregación Doctrina para la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, no. 6


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Temas de prioridad para el ciudadano católico comprometido

 

 

 

 

  • Muchos de los asuntos políticos tienen dimensiones morales muy importantes y deben ser consideradas. "Proteger la vida humana" comienza con nuestra oposición del aborto y de la eutanasia, se han convertido en amenazas constantes a la dignidad humana porque atacan directamente a la vida misma, extendemos nuestra oposición a la clonación, al suicidio asistido, y a la pena de muerte, y nos unimos hacia la paz...Esta breve descripción comienza describiendo como la Enseñanza Católica se ha aplicado en estos tópicos. Esperamos que los Católicos y no Católicos lean nuestro decreto completo sobre Ciudadanos Comprometidos al igual que otros decretos que hablan sobre los tópicos de esta campaña y los años posteriores. Para más información por favor de visitar una dirección en la red www.usccb.org/issues-and-action/faithful-citizenship. --La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, El Reto de Ser Ciudadanos Comprometidos
     
  • Muchos de los asuntos políticos tienen dimensiones morales muy importantes y deben ser consideradas. "Promover la vida familiar" se centra en la promoción del matrimonio, el derecho de los padres en las educación de sus hijos, las comunicaciones responsables y el apoyo moral y económico a las familias… Esta breve descripción comienza describiendo como la Enseñanza Católica se ha aplicado en estos tópicos. Esperamos que los Católicos y no Católicos lean nuestro decreto completo sobre Ciudadanos Comprometidos al igual que otros decretos que hablan sobre los tópicos de esta campaña y los años posteriores. Para más información por favor de visitar una dirección en la red www.usccb.org/issues-and-action/faithful-citizenship. --La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, El Reto de Ser Ciudadanos Comprometidos
     
  • Muchos de los asuntos políticos tienen dimensiones morales muy importantes y deben ser consideradas. "Ir en busca de la justicia social" requiere que trabajemos por una vida económica más justa, con trabajos decentes y con salarios justos, proveer asistencia adecuada para las familias, sobrepasar una cultura de violencia, combatir la discriminación, y defender el derecho a la asistencia médica, vivienda y alimento. Esta breve descripción comienza describiendo como la Enseñanza Católica se ha aplicado en estos tópicos. Esperamos que los Católicos y no Católicos lean nuestro decreto completo sobre Ciudadanos Comprometidos al igual que otros decretos que hablan sobre los tópicos de esta campaña y los años posteriores. Para más información por favor de visitar una dirección en la red www.usccb.org/issues-and-action/faithful-citizenship. --La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, El Reto de Ser Ciudadanos Comprometidos
     
  • Muchos de los asuntos políticos tienen dimensiones morales muy importantes y deben ser consideradas. "Practicar la solidaridad global" habla sobre el combate del hambre y la pobreza global, reducir la deuda externa y promover el desarrollo; y responder a las necesidades de los inmigrantes y de los refugiados, trabajar hacia la paz, reducir los conflictos regionales en el Medio Oriente, Africa y en otras partes del mundo. Esta breve descripción comienza describiendo como la Enseñanza Católica se ha aplicado en estos tópicos. Esperamos que los Católicos y no Católicos lean nuestro decreto completo sobre Ciudadanos Comprometidos al igual que otros decretos que hablan sobre los tópicos de esta campaña y los años posteriores. Para más información por favor de visitar una dirección en la red www.usccb.org/issues-and-action/faithful-citizenship. --La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, El Reto de Ser Ciudadanos Comprometidos


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Citas de Inmigración- Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad

 

 

 

 

  • La diversidad de etnias, educación y clases sociales nos reta a nosotros como pastores a aceptar a estos nuevos inmigrantes y ayudarles a formar parte de nuestras comunidades respetando sus culturas y de manera que mutuamente se enriquezcan tanto los inmigrantes como la Iglesia que los recibe. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • La presencia de tanta gente de tantas culturas diferentes y religiones en tantas partes diferentes de los Estados Unidos nos ha impulsado a nosotros como Iglesia a una profunda conversión, de tal forma que podamos convertirnos verdaderamente en un sacramento de unidad. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • Los nuevos inmigrantes nos remontan a la mayoría de nosotros a nuestra herencia ancestral como descendientes de inmigrantes, y a nuestra herencia bautismal como miembros del cuerpo de Cristo. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • La presencia de hermanos y hermanas de diferentes culturas debería celebrarse como un regalo de la Iglesia. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • Los inmigrantes, nuevos en nuestra tierra, nos hacen un llamado para despertar a la conversión de mente y cuerpo, a través del cual podemos ofrecer una aceptación auténtica y adecuada, a compartir juntos como hermanos y hermanas en la misma mesa, y a trabajar mano con mano para mejorar la calidad de vida de los miembros marginados en la sociedad. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • La comunidad Católica se está reencontrando rápidamente como una “Iglesia inmigrante” como un testigo de la diversidad de gente que transforman nuestro mundo y nuestra unidad en una humanidad destinada a disfrutar la infinita bendición de Dios en Jesucristo. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • Como Católicos estamos invitados a tomar medidas concretas para sobrellevar la falta de entendimiento, ignorancia, competencia y miedo que interfieren en el camino para poder ofrecer una bienvenida auténtica al extranjero entre nosotros y así, disfrutar de la comunión que es nuestro destino como hijos de Dios. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • El llamado a la solidaridad es también una invitación para promover y reconocer los derechos de los inmigrantes y de terminar con toda discriminación basada en la raza, cultura, o religión... - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • Los inmigrantes experimentarán mayormente de manera personal la bienvenida de la Iglesia en las parroquias. Los pastores y personal de las parroquias deberán estar llenos de un espíritu de bienvenida, en respuesta a una nueva y tal vez poco comprendida cultura. - Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad
     
  • La Iglesia del siglo XXI será, así como lo ha sido siempre, una Iglesia de muchas culturas, idiomas y tradiciones, pero al mismo tiempo una sola, así como Dios es un -Padre, Hijo y Espíritu Santo.- Recibiendo al Extraño Entre Nosotros: Unidad en Diversidad


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Extractos de Líderes de la Iglesia y Otros Documentos

 

 

 

 

  • Nuestra dignidad común como seres humanos nos invita a respetar al prójimo, sin importar su estatus o posición social. El amor preferencial al pobre y al marginado es símbolo real de una identidad Cristiana. MOST REV. Robert N. Lynch, Obispo de San Petesburgo, Fla.,
     
  • “La Historia Humana detrás del INS ROUNDUP” Orígenes: 26:16 (Octubre 3, 1996): p. 245.
     
  • En el Antiguo Testamento, el Torah nos enseña que los extraños y vagabundos en general, por estar expuestos a todo tipo de peligro, merecen un trato especial de aquellos que creen en ellos. Asimismo, Dios de manera clara y continua pide hospitalidad y generosidad a los extraños . . ., recordando al pueblo de Israel lo precario que alguna vez fue en su existencia. —Juan Pablo II, “Desarrollando trato especial por los desamparados”. Orígenes 26:30 (Enero 16, 1997): p . 495.
     
  • Esta atmósfera de bienvenida es cada vez más necesaria al enfrentarse a las diversas formas en las que actualmente nos distanciamos unos de otros. Esto se experimenta de manera evidente en el problema de millones de refugiados y exiliados, en el fenómeno de intolerancia racial así como en la intolerancia hacia aquellas personas en las que su única “culpa” es la de estar buscando un trabajo y una mejor condición de vida fuera de su propio país, y en el temor de todos aquellos que son diferentes y por lo tanto, vistos como una amenaza. —Juan Pablo II, “Bienvenidos los Pobres: Reinando la Esperanza”. Orígenes 27:36 (Febrero 26, 1998): p. 605.
     
  • Debemos siempre procurar dar una generosa bienvenida al prójimo, lo que es a su vez un deber de solidaridad humana y caridad Católica... [El prójimo debe] ser bienvenido amorosamente como hermano, con ejemplos de honradez de vida en la que se demuestre la verdadera y auténtica caridad Católica y los más altos valores espirituales. —Pablo VI, Populorum Progressio: En el Desarrollo de la Gente (Marzo 26, 1967). p. 67.
     
  • Con el objetivo de construir una civilización de amor, hay que hacer efectivo el diálogo entre culturas para así lograr superar el egoísimo etnocéntrico y hacer posible la combinación de preocuparse por la identidad de uno mismo con el entendimiento hacia el prójimo y el respeto a la diversidad. —Juan Pablo II, Día Mundial del Mensaje de Paz, Enero 1, 2001
     
  • El diálogo conduce al reconocimiento de la diversidad y abre la mente hacia una aceptación mútua y hacia una auténtica colaboración exigida por la básica vocación humana de la familia a la unidad. —Juan Pablo II, Día Mundial del Mensaje de Paz, Enero 1, 2001
     
  • Cada ser humano tiene derecho de libertad de movimiento y de residencia, dentro de los confines de su propio estado. Cuando existen razones justas a favor de éste, le debe ser permitido emigrar hacia otros países y a residir ahí. El hecho de que sea ciudadano de un país en particular no lo priva de ser miembro de la familia humana, ni tampoco de ser ciudadano de la sociedad universal, la simple-comunidad mundial del hombre. —Juan Pablo II, Ubicación del Nuevo Congreso Mundial sobre el Cuidado Pastoral por los Inmigrantes (Octubre 17, 1985)
     
  • La gente local, especialmente la autoridad pública, debería tratar a los inmigrantes no como meras herramientas de producción, sino como personas, y debería ayudarles a hacer que sus familiares vivan con ellos y a hacer que reciban un salario digno para vivir decentemente. —Segundo Consejo Vaticano, Gaudium et Spes: Constitución Pastoral en la Iglesia (Diciembre 7, 1965), no. 66 (Los Documentos del Vaticano II, ed.Walter M. Abbott, SJ [Chicago: Follett Publishing Co., 1966]).
     
  • Toda la gente tiene el derecho de vida y de asegurar las necesidades básicas de la vida (ejem.: alimento, vestimenta, vivienda, educación, salud, seguridad ambiental y económica). —Marco Católico para una Vida Económica, Declaración de los Obispos Católicos de E.U.A.
     
  • La Iglesia tiene el derecho, y sobre todo la tarea de proclamar justicia social, nacional e internacional, así como de denunciar casos de injusticia, cuando los derechos fundamentales del hombre y de su propia supervivencia así lo exijan. La Iglesia . . . tiene una responsabilidad adecuada y específica, la cual se identifica a través de su misión de dar ante el mundo, testimonio de la necesidad de amor y justicia contenido en el mensaje evangélico, un testimonio a llevarse a cabo en instituciones eclesiásticas y en las vidas de los Cristianos. —Justicia en el Mundo, Declaración del Sínodo Mundial de Obispos Católicos (Noviembre 30, 1971), no. 36 (Consejo Vaticano II: Más Documentos Post-Conciliares, ed. Austin Flannery, OP [Northport, N.Y.: Costello Publishing Co., 1982]).


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¿Qué significa ser pobre en los EEUU?

 

 

 

 

  • "Para mí significa que los hijos de uno no pueden ir al colegio para prepararse para el futuro y siempre hay obstáculos económicos."-Hombre, 45, 15 personas viven en su casa, ingreso de $8,860 a $11,939, New York
     
  • " Es como el mayor pecado que se puede tener sin haberlo cometido. 'El pobre' sencillamente está…rechazado, indefenso y sometido." -Mujer, 40, 2 personas viven en su casa, ingreso de $11,940 a $15,019, Rhode Island
     
  • "No tener dinero para los gastos de esta sociedad."-Mujer, 37, 2 personas viven en su casa, ingreso menos de $8,860, Puerto Rico
     
  • "No tener los recursos para llevar una vida digna." Mujer, 20, 5 personas viven en su casa, ingreso de $8,860 a $11,939, Puerto Rico
     
  • "Tenemos menos oportunidades para estudiar." -Mujer, 31, 3 personas viven en su casa, ingreso de menos $8,860
     
  • "No puedes ir al doctor si tienes algo porque te da miedo. No puedes dar la educación que quieres a tus hijos." -Mujer, 19, 8 personas viven en su casa, ingreso de menos de $8,860, California
     
  • "No tener hogar. Tener miedo de no tener hogar y de la enfermedad mental. Todo el dinero se gasta en mantener el hogar y nada sobra para comer u otras necesidades." -Mujer, 37, 4 personas viven en su casa, ingreso de menos de $8,860, New York
     
  • "Ser una persona humillada, insegura de las cosas." -Hombre, 46, 5 personas viven en su casa, New York
     
  • "Significa ser 'marginado' y sometido al nivel más bajo que un ser humano puede imponer a otro ser humano. La sociedad de hoy solo se ocupa de las posesiones materiales. Cuánto más tienes más consideración te dan." -Hombre, 34, 4 personas viven en su casa, ingreso de $11,940 a $15,019, New Jersey
     
  • "Para mí significa estar sumido en la pobreza porque nos pagan lo que quieren, nos tratan como quieren y hacen de uno lo que quieren." -Hombre, 42, 2 personas viven en su casa, ingreso de $8,860 a $11,939, New York
     
  • "Ser humillados." -Mujer, 36, 4 personas viven en su casa, ingreso de $8,860 a $11,939, New York
     
  • "Ser pobre en Estados Unidos es apenas tener dinero para sobrevivir y nunca poder darte un gusto a ti o a tu familia porque el ingreso mínimo es muy bajo." -Mujer, 33, 6 personas viven en su casa, ingreso de $8,860 a $11,939, Texas
     
  • "La pobreza produce frustración porque a uno le parece increíble que exista pobreza en un país tan rico (donde uno cree que no hay gente en la calle)" -Mujer, 45, 5 personas viven en su casa, ingreso de $11,940 a $15,019, Virginia


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