Capítulo 16. La Confirmación: Consagrados para la Misión
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la plena comunión con la Iglesia. Los obispos también pueden dar esta
autorización en otros casos.
En las Iglesias orientales, la Confirmación es conferida por un
sacerdote durante el Bautismo y, en algunas de estas Iglesias, esto es
seguido por la recepción de la Eucaristía. Esta práctica subraya la
unidad de los tres Sacramentos de la Iniciación. El sacerdote confirma
con el
Myron
, el óleo consagrado por el obispo. Esto expresa la unidad
apostólica de la Iglesia.
Los Efectos de la Confirmación
Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y
profundidad a la gracia bautismal:
—nos introduce más profundamente en la filiación
divina que nos hace decir “Abbá, Padre”;
—nos une más firmemente a Cristo;
—aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo;
—hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia;
—nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo
para difundir y defender la fe mediante la palabra y las
obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar
valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás
vergüenza de la cruz .
—CIC, no. 1303
Como indican las palabras de la liturgia, la persona que se confirma es
sellada con el Espíritu Santo. Este sello se llama
carácter
, marcando a la
persona para siempre como alguien llamada a llevar a cabo la misión de
la Iglesia en todas las circunstancias de la vida.
Dios, quien a todos nosotros nos ha dado Fortaleza en Cristo
y nos ha consagrado. Nos ha marcado con su sello y ha puesto
el Espíritu Santo en nuestro corazón, como garantía de lo que
vamos a recibir. (2 Co 1:21-22)