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Segunda Parte. Los Sacramentos: La Fe Celebrada
LA MISIÓN Y TESTIMONIO DE
LOS CONFIRMADOS
La Confirmación confiere profundidad a la vida bautismal que nos llama
a ser testigos misioneros de Jesucristo en nuestras familias, barrios,
1. ¿Quién puede recibir la Confirmación?
Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir
el sacramento de la Confirmación. Puesto que Bautismo,
Confirmación y Eucaristía forman una unidad, de ahí se
sigue que “los fieles tienen la obligación de recibir este
sacramento en tiempo oportuno”. (CIC, no. 1306, citando
CDC, can. 890)
2. ¿Cómo se debería preparar un candidato a la Confirmación?
La preparación
para la Confirmación debe tener como meta
conducir al cristiano a una unión más íntima con Cristo, a
una familiaridad más viva con el Espíritu Santo, su acción,
sus dones y sus llamadas, a fin de poder asumir mejor las
responsabilidades apostólicas de la vida cristiana. Por ello,
la catequesis de la Confirmación se esforzará por suscitar
el sentido de la pertenencia a la Iglesia de Jesucristo, tanto
a la Iglesia universal como a la comunidad parroquial. Esta
última tiene una responsabilidad particular en la prepara
ción de los confirmandos. (CIC, no. 1309)
3. ¿Por qué no recibimos la Confirmación más de una vez?
La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma
del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por
eso este sacramento sólo se puede recibir una vez en la
vida. (CIC, no. 1317)
DEL CATECISMO