Capítulo 3.Vayan por Todo el Mundo y Prediquen el Evangelio a Toda Creatura
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salvación” (DV, no. 11). Al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que el
intérprete necesita estar atento a los géneros literario —como lo son el
poético, simbólico, de parábolas, histórico, de cantos, de oración— en
los que está escrita la Biblia. Es un deber que el interprete “investigue
el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada
circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los
géneros literarios usados en su época” (DV, no. 12).
Reduccionismo Histórico
Otro reto proviene de estudiosos y otras personas que niegan los aspectos
supernaturales de los Evangelios, como la Encarnación, el Nacimiento
Virgen, los milagros y la Resurrección. Llamamos a esto
reduccionismo
porque reduce las Escrituras al orden natural y elimina la realidad de la
intervención divina.
La Pontificia Comisión Bíblica de la Iglesia ha tratado este tipo de
enfoques en sus publicaciones
La Verdad Histórica de los Evangelios
y
La Interpretación de la Biblia en la Iglesia
. La Pontificia Comisión
Bíblica lista cinco suposiciones falsas que están presentes en distintos
tipos de interpretación bíblica:
1. La negación del orden supernatural.
2. La negación de la intervención de Dios en el mundo mediante
la revelación.
3. La negación de la posibilidad y existencia de milagros.
4. La incompatibilidad entre la fe y la verdad histórica.
5. Y una negación, casi a priori, del valor histórico de la
naturaleza de los documentos de la revelación. (Pontificia
Comisión Bíblica,
La Verdad Histórica de los Evangelios
[1964], no. 5)
La Iglesia trata las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios
revelada. Sus autores escribieron bajo la dirección e inspiración del
Espíritu Santo. La Biblia es más que una obra humana; es la palabra de
Dios comunicada en palabras humanas. Siempre será una fuente de fe
para aquellos que la lean con un espíritu de oración.