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Primera Parte. El Credo: La Fe Profesada
ORACIÓN
Deja que tus Escrituras sean mi casta delicia […]
¡Oh Señor, perfeccióname y revélame esas páginas!
Mira, que tu voz es mi gozo. Dame lo que amo […]
Que los secretos más íntimos de tus palabras
Me sean expuestos cuando llame.
Esto te lo ruego por nuestro Señor Jesucristo en quien están
ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia (Col
2:3). Estos son los tesoros que busco en tus libros.
—San Agustín,
Las Confesiones
,
lib. 11, cap. 2, 2-4 (v.d.t.)
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Manténganse firmes y conserven la doctrina
que les hemos enseñado de viva voz o por carta.
—2 Ts 2:15