Letter
Letter to Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) Regarding Hearing Before Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) on Extractives Industries, March 15, 2017 in Spanish
Marzo 17, 2015
El Reverendo Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla
Presidente
Consejo Episcopal Latinoamericano
Carrera 5 N ° 118-31
Bogotá DC, Colombia
Su Excelencia:
Escribo como Presidente de la Comisión de Justicia y Paz Internacional (el "Comité") de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos (USCCB) para expresar nuestra solidaridad y apoyo al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en su petición para una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las consecuencias para los derechos humanos de las industrias extractivas en la región. Esta audiencia está programada para el 19 de marzo 2015.
La USCCB, a través de la labor del Comité, ha sido durante mucho tiempo preocupada por las implicaciones de los extractivos y operaciones mineras en todo el mundo, especialmente en América Latina. Mi predecesor como Presidente de la Comisión, el Monseñor Richard E. Pates de la Diócesis de Des Moines, viajó a Colombia y Perú en 2013, y a El Salvador, Guatemala y Honduras el año pasado. Durante sus visitas de solidaridad, el Monseñor Pates tuvo la ventaja de reunirse con representantes de las Conferencias Episcopales, así como con funcionarios de las embajadas de Estados Unidos y las misiones de USAID en estas naciones. Como resultado, nuestro Comité es consciente del papel que desempeña la industria extractiva en las economías de la región, y las consecuencias a menudo desastrosas para la salud pública y ambientales de las operaciones mineras mal reguladas por las multinacionales estadounidenses y canadienses.
No podemos separar las consecuencias de la migración de las "causas profundas" fundamentales existentes en estos países. En este sentido, las políticas clave facilitadas por nuestros acuerdos comerciales, así como la conducta resultante de las empresas mineras canadienses y de los Estados Unidos en estos países, han contribuido con demasiada frecuencia a las consecuencias ambientales y de salud pública destructivas para comunidades en toda América Latina. Como Monseñor Pates señaló en su carta al Secretario de Estado, John Kerry, de 24 de julio de 2014, "[l] a conducta de las empresas mineras canadienses y de los Estados Unidos en estos países ha contribuido a las consecuencias ambientales y de salud pública destructivas para las comunidades en América Central. Hemos escuchado testimonios poderosos, por los líderes civiles y de la Iglesia, de la brutalidad y la opresión, incluida la tortura y el asesinato. Los líderes comunitarios y representantes de las comunidades indígenas en El Salvador, Guatemala y Honduras, que resistieron la expansión no regulada de las actividades mineras en sus tierras de origen, han sido blanco de ataques. Nuestro gobierno, junto con nuestros aliados en Canadá, debe hacer más para apoyar las demandas e intereses de las comunidades afectadas. Se debe exigir que las empresas estadounidenses que operan en estas regiones se rigen por las mismas normas de atención para la vida humana y la ecología que se aplican a sus operaciones en los Estados Unidos. " Existen testimonios similares de abusos en toda la región.
Por todas estas razones, creemos que la crisis humanitaria que afecta a la región, incluyendo a los Estados Unidos, que resulta en la migración no se resolverá hasta que las políticas económicas críticas que contribuyen a la violencia, incluidos los relacionados con la industria extractiva y minera que operan en esta región, se pueda rectificar. Apoyamos los esfuerzos del CELAM para traer estos asuntos a la atención de la comunidad mundial, y expresamos nuestra solidaridad con la Iglesia en América Latina y sus esfuerzos, a través de la dirección del CELAM, en la audiencia ante la CIDH señalada anteriormente y la petición relacionada que ha presentado.
Fraternalmente en Cristo,
Reverendísimo Oscar Cantú
Obispo de Las Cruces
Presidente