Statement
Statement Delivered to Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), 29 Julio-1 Agosto 2013
DECLARACIÓN DEL MONSEÑOR RICHARD E. PATES, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE USCCB DE JUSTICIA Y PAZ INTERNACIONAL, ENTREGADO EN LA REUNIÓN GENERAL COORDINADORA DEL CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)
29 JULIO-1 AGOSTO 2013
RIO DE JANEIRO, BRASIL
Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo: En el nombre del Cardenal Timothy Dolan, Presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, y también en nombre de mis hermanos obispos de la Conferencia Episcopal, extiendo mi sincera expresión de gratitud y solidaridad. Es un honor expresar mi apoyo al testimonio profético del CELAM, que ha beneficiado a toda América. Vine a mostrar una expresión visible de este apoyo de sus hermanos del Norte, y para aprender de ustedes y compartir nuestras experiencias, en el nombre de Jesucristo.
En nombre de la Conferencia de los EE.UU., también quiero expresar nuestra gratitud por el gran regalo que nos han dado en Papa Francisco, quien la Iglesia de América Latina ha extendido a la Iglesia universal. Su mensaje sobre los pobres, la humildad, la justicia social, la misericordia y el profundo encuentro personal con Jesucristo, nuestro Salvador, resuena con fuerza en los Estados Unidos. Como es evidente de su liderazgo de la Jornada Mundial de la Juventud, está inspirando a muchos en todo el mundo para compartir la Nueva Evangelización.
Reconocemos el papel que CELAM ha aceptado en la formulación de este mensaje, especialmente a través de la labor de la Conferencia de Aparecida y los documentos que han dado a la Nueva Evangelización un importante contenido. El fruto de Aparecida continuará inspirando la vida de la iglesia durante muchas décadas. Todos estamos en deuda a consecuencia de esta bendición y la inspiración que hemos recibido en ser discípulos misioneros.
La Iglesia en los Estados Unidos aprecia, también, los impresionantes sacerdotes y religiosos que han venido de América Latina, y el ministerio que han ofrecido. De la misma manera, les damos gracias por todas las personas de origen hispano que han inmigrado a nuestro país y han sido una bendición para nuestro país y nuestra Iglesia. El espíritu de una fe profunda, junto con una dedicación a la familia y una fuerte ética de trabajo, nos ha enriquecido. Estamos dedicados a la realización de una reforma migratoria en los Estados Unidos que obtenga para estos hermanos y hermanas la dignidad que merecen.
Deseamos trabajar junto con CELAM para comunicarnos de nuevas maneras sobre el intercambio de datos e información en temas de interés mutuo. Los problemas de drogas, minería e industria minera, los armamentos, el medio ambiente y la inmigración son comunes a todas nuestras naciones. Busquemos respuestas posibles con ustedes por el bien de nuestro pueblo y de nuestra Iglesia.
Por último, con toda mi sinceridad, ruego con ustedes que la Virgen María siempre nos tenga en su protección y nos bendiga con su inspiración. Que Nuestra Señora de Aparecida nos dé su ayuda, y que Nuestra Señora de Guadalupe, que es la Madre de todos los pueblos de América, conceda que podamos ser realmente una Iglesia y una sola América.
Muchas Gracias