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Primera Parte. El Credo: La Fe Profesada
Del
Catecismo
, nos. 846-847:
¿Cómo entender esta afirmación tantas veces repetida
por los Padres de la Iglesia? Formulada de modo positivo
significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por
la Iglesia que es su Cuerpo: “El santo Sínodo […] basado
en la Sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta
Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. Cristo, en
efecto, es el único Mediador y camino de salvación que
se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al
inculcar con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe
y del bautismo, confirmó al mismo tiempo la necesidad
de la Iglesia, en la que entran los hombres por el bautismo
como por una puerta. Por eso, no podrían salvarse los
que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo,
la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin
embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella”.
(LG, no. 14; cf. Mc 16:16; Jn 3:5)
Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no
conocen a Cristo y a su Iglesia: “Los que sin culpa suya no
conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan
a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la
ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a
través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir
la salvación eterna”. (LG, no. 16; cf. DS 3866-3872)
“FUERA DE LA IGLESIA NO HAY SALVACIÓN”
Los sacramentos, los Diez Mandamientos, la virtud de la caridad
y la oración serán presentados más adelante en este catecismo como
fuentes de santidad para la Iglesia.