Oraciones por nuestro país
Kimberly Baker
2 de marzo de 2012
Piense en laCuaresma como “una poda”.Durante este tiempo de simplicidad, estamos llamados a un mayor grado de oración, ayuno y limosnas para ayudarnos a romper los malos hábitos, desprendernos del pecado y ser más receptivo a la gracia de Dios que obra en nuestra vida. La Cuaresma es un tiempo de podar lo que no es sano, para que lo bueno en nosotros pueda florecer y crecer bajo la gracia de Dios. Es un tiempo para renovar nuestra vida interior y reflexionar sobre la inmensidad del amor de Cristo por nosotros por su Pasión y Muerte.
En momentos de sufrimiento y en nuestros momentos de mayor debilidad podemos encontrar el amor de Dios de las maneras más poderosas. Dios se hizo humano como nosotros para vivir lo que vivimos, y para siempre transformó lo que significa ser humano. En su pasión y muerte, soportó un sufrimiento físico y espiritual intenso: azotes, crucifixión, traición, humillación y abandono. Sufrió todas estas cosas y finalmente triunfó sobre todas ellas. Incluso en medio de nuestras propias tinieblas personales del sufrimiento, podemos encontrar a Aquél que nos comprende y nos da luz, esperanza y valor para seguir adelante en el camino a la santidad.
Una nueva tiniebla nos amenaza en este momento. El reciente mandato sobre anticonceptivos del HHS obligaría a casi todos los planes de atención de la salud privados a cubrir la esterilización, los abortivos y los anticonceptivos. Durante las últimas semanas, los católicos en grandes números, junto con otras denominaciones y religiones, han expresado preocupación por la pérdida de libertad religiosa que resultará si el mandato entra en vigencia. Los empleadores religiosos, cuando proporcionen planes de salud a sus empleados, no deberían estar obligados a violar su conciencia al cubrir drogas o procedimientos que van contra sus creencias morales y religiosas.
El derecho a
seguir la propia conciencia es un derecho humano básico, como lo explica el
Beato Papa Juan Pablo II en su carta encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida):
"El rechazo a participar en la ejecución de una injusticia no sólo es un deber moral, sino también un derecho humano fundamental. Si no fuera así, se obligaría a la persona a realizar una acción intrínsecamente incompatible con su dignidad y, de este modo, su misma libertad, cuyo sentido y fin auténticos residen en su orientación a la verdad y al bien, quedaría radicalmente comprometida.
Se trata, por tanto, de un derecho esencial que, como tal, debería estar previsto y protegido por la misma ley civil (No. 74).
En medio de los esfuerzos de políticas públicas, siempre es importante recordar el valor de la oración y el ayuno. Mientras contemplamos el significado y el valor redentor de la pasión y muerte de Cristo en el tiempo de Cuaresma, recemos y ayunemos de una manera especial por nuestra nación mientras buscamos soluciones a las amenazas sin precedentes a la libertad religiosa y los derechos de conciencia. Existen numerosas maneras de ofrecer oraciones por nuestra nación, tal como ofrecer y participar en Horas Santas, Misas, novenas y campañas del Rosario. Para más información sobre los recursos de oración de los obispos por la vida visite https://www.usccb.org/prayer-and-worship/prayers/prolife-prayers.cfm.
Kimberly Baker es asistente ejecutiva para el Secretariado de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Para más información sobre las actividades pro-vida de los obispos, visite www.usccb.org/prolife.