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dedicados a la explotación criminal, los instamos a declarar sus acciones y
entregarse a las autoridades civiles. Dios puede usar los errores que ustedes
han cometido para ayudar a otros. Jesús llamó a san Pablo, el “primero de
los pecadores”, a ser apóstol; puede también liberarlos y curarlos a ustedes
(véase 1 Tm 1:15).
A los hombres y mujeres que usan pornografía
Ustedes son hijos e hijas amados del Padre.
No teman
acercarse al altar
de la misericordia y pedir perdón. Muchas buenas personas luchan con
este pecado. No están solos; ¡siempre hay esperanza! Satanás, el padre
de la mentira, utiliza la vergüenza y el temor para alejar a las almas de la
misericordia de Jesús, pero Dios, el más amoroso de los Padres, está esper-
ando reunirse con alegría con los que se arrepienten y darles la gracia que
necesitan para combatir las tentaciones futuras. Reciban los sacramentos
regularmente para obtener la ayuda de Dios en sus pruebas, especialmente
el Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, a través del cual el
Señor perdona el pecado mortal a una persona para que pueda recibir el
Sacramento de la Eucaristía dignamente. No dejen que los obstáculos de la
negación, la vergüenza, el miedo, la desesperación o el orgullo les impidan
confiar en la gracia del Señor. Crean en el poder de Dios. Pidan al Espíritu
Santo gracia y fortaleza. Confíen en la misericordia de Jesús. Pidan el
apoyo de la oración de intercesión de los santos en el Cielo.
Conocer la verdad de lo que son ustedes en Dios y recibir ayuda espiri-
tual son fundamentales, pero los que usan pornografía a menudo necesi-
tan más ayuda. La libertad frente a la pornografía es una elección diaria
y exige de formación permanente. La Iglesia los alienta a buscar apoyo
continuo, como asesoramiento, dirección espiritual, orientación, grupos
de responsabilidad, grupos de pareja a pareja, conferencias y retiros para
hombres y mujeres. Todos estos son medios que pueden ustedes emplear en
su búsqueda de libertad (véase Apéndice). Hay software para monitorear
actividades en línea y bloquear material pornográfico; estos pueden ser
un medio necesario para evitar la ocasión cercana del pecado. Si su uso
de pornografía se ha convertido en adicción, es aún más importante que
tengan responsabilidad y el apoyo de profesionales que puedan ayudar a
identificar y curar las heridas emocionales que puedan encontrarse en la
raíz del uso de pornografía. En el caso de esposos y esposas, los consejeros