18
buena, en algunos casos incluso utilizándola como “herramienta de ense-
ñanza”.
81
Los niños y adolescentes experimentan presión de los compañe-
ros e incluso de familiares para ver pornografía. Cada vez más, los jóvenes
producen su propia pornografía, en forma de fotografías o videos sexuales
compartidos con sus compañeros.
82
El “sexting”, el envío de mensajes
con contenido sexual, está asociado con otros comportamientos sexuales
riesgosos,
83
acusaciones de pornografía infantil,
84
y trágicamente ha llevado
incluso al suicidio cuando la imagen es compartida con destinatarios
no deseados.
85
Estar expuestos a la pornografía puede ser traumático para los niños y
jóvenes. Verla les roba su inocencia y les da una imagen distorsionada de
la sexualidad, las relaciones y los hombres y las mujeres, lo cual después
puede afectar su comportamiento. También puede hacerlos más vulnera-
bles a ser víctimas de abuso sexual, ya que su comprensión del comporta-
miento apropiado puede resultar dañado.
86
Un niño que está expuesto a la
pornografía puede experimentar una mezcla de placer, dolor, asco, culpa
y curiosidad. Sin un padre u otro adulto de confianza con quien hablar
detenidamente sobre estos sentimientos, un niño puede desvincularse de
las relaciones familiares y volver a ver pornografía para tratar de entender
sus sentimientos. Los niños y adolescentes que ven pornografía reciben en
efecto una educación sobre la sexualidad a partir de lo que están viendo.
Son más propensos a ser más receptivos a las relaciones sexuales prematri-
moniales,
87
a ver a las mujeres como objetos sexuales
88
y a sobreestimar la
prevalencia de ciertas prácticas sexuales degradantes.
89
También tienden
a iniciarse en la actividad sexual antes que sus compañeros,
90
y son más
propensos a participar en comportamientos sexuales riesgosos,
91
lo cual los
pone en mayor riesgo de quedar embarazadas en la adolescencia (o embara-
zar a alguien) o contraer una ITS. Están en mayor riesgo de adicción sexual
más adelante en la vida.
92
En el caso de las niñas, una sociedad sobresexu-
alizada en general y la pornografía en particular pueden contribuir a baja
autoestima, trastornos alimentarios y depresión.
93
Los datos indican que los
niños expuestos repetidamente a la pornografía son más propensos a acosar
o molestar sexualmente a otros niños, imitando el comportamiento que
han visto.
94
Trágicamente, niños y jóvenes también son víctimas al ser obligados
o coaccionados a participar en la producción de pornografía infantil. La
pornografía infantil es ilegal,
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abusiva y una forma de trata de personas
debido a la incapacidad del niño para dar consentimiento.
96
Hay muchas