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relación, porque promete “satisfacción” de una fuente poco exigente.
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Sin lugar a dudas, la pornografía alimenta la cultura del sexo casual al
promover encuentros sexuales sin relación.
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Un joven debe correr riesgos
para ganarse el corazón de una mujer; no enfrenta tales riesgos al ver imá-
genes en la computadora. Debido a la vergüenza y sentimientos de falta de
valía que vienen con el uso de pornografía, algunos adultos jóvenes pueden
no sentir que “merecen” una verdadera y saludable relación.
Crianza y familia
En su mensaje para la Cuaresma 2014, el papa Francisco señaló: “¡Cuántas
familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo
joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la porno-
grafía!”
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Los padres de hoy enfrentan crecientes desafíos para proteger la
inocencia de sus hijos. La pornografía puede entrar en el hogar a través de
una variedad de puertas. Las más obvias son los medios de comunicación
y la tecnología, que no sólo incluye computadoras, tabletas y teléfonos
móviles, sino también juegos de video conectados a la Internet. Muchos
padres se sienten mal equipados para entender los diferentes dispositivos
que usan sus hijos, y mucho menos para vigilarlos o instalar controles
o filtros parentales. Otro desafío que enfrentan los padres es la ocasión
de eventos como campamentos o dormir fuera de casa, donde los niños
pueden ser expuestos a la pornografía por sus compañeros o incluso otros
adultos, mientras sus padres no están presentes.
El uso de pornografía por cualquier persona en el hogar priva al hogar
de su papel como refugio seguro y tiene efectos negativos en toda la vida
de una familia y entre generaciones. Los padres que luchan con la adic-
ción a la pornografía pierden tiempo viendo pornografía, y pueden infligir
cargas financieras sobre la familia a través de su compulsión. La paternidad
es gravemente afectada debido a que un hijo mirará a su padre como un
modelo, y una hija mirará a su padre para entender cómo un hombre debe
tratar a una mujer. Por último, dada la fuerte correlación de la pornografía
con el divorcio, muchos niños sufren los efectos del divorcio de sus padres
como “daños colaterales” por el uso de pornografía.