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en un ciclo de fantasía, ritual, arrebato emocional y desesperación.
73
Ver
pornografía, por lo general en combinación con masturbación, afecta
directamente las vías de recompensa del cerebro, y se ha observado que
tiene un efecto similar en el cerebro que la cocaína en una persona con
adicción a las drogas o el alcohol en una persona con adicción al alcohol.
74
Después de usar pornografía, la persona anhela más y con el tiempo busca
un mayor número de imágenes y/o imágenes más extremas para obtener el
mismo grado de estimulación. Una persona adicta a la pornografía puede
obsesionarse con ver pornografía, puede correr mayores riesgos para verla
(como acceder a ella en el trabajo), puede continuar viéndola a pesar de
consecuencias adversas para sí misma y para otros, y puede sentirse fuera
de control o incapaz de detenerse.
75
Puede también negar que exista un
problema. Aunque la adicción a la pornografía puede producirse a través
de contenidos en línea gratuitos, los usuarios de pornografía compulsivos
pueden gastar grandes cantidades de dinero en contenidos en línea “exclu-
sivos”, ir a clubes de desnudismo o solicitar servicios de prostitución.
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La
culpabilidad moral de una persona adicta puede reducirse dependiendo de
las circunstancias, pero la situación es particularmente grave.
77
Las adic-
ciones son muy difíciles de superar, y se necesita ayuda para recuperar la
libertad. Invitamos a los muchos hombres y mujeres buenos que sufren de
adicción a la pornografía a confiar en la misericordia del Señor y buscar
ayuda, apoyo y recursos adecuados (Véase Apéndice).
Niños y jóvenes
Los jóvenes nacidos en la era digital han crecido inmersos en los medios
de comunicación y la Internet, y muchas veces son más conocedores de la
navegación en este mundo que sus padres.
78
Aunque se estima que la edad
promedio de la primera exposición a la pornografía es once años,
79
muchos
niños expuestos a la pornografía son aún más jóvenes. Casi todos los
hombres jóvenes y más de la mitad de las mujeres jóvenes ven pornografía
antes de los dieciocho años, a menudo por accidente, como al encontrar el
“escondite” de un familiar o toparse con un sitio web pornográfico a través
de un anuncio emergente o error al teclear.
80
Otras veces un niño puede
buscar en línea un término que escuchó y no entendió, o buscar inten-
cionalmente pornografía en línea por curiosidad. Los planes de estudio
de educación sexual pueden tratar la pornografía como neutral o incluso