
La Iglesia celebra la Solemnidad de Cristo Rey el 21 de noviembre de 2021. Del 12 al 20 de noviembre, los nueve días antes de la Solemnidad, ofrezcamos nuestras oraciones a Cristo Rey por la libertad de la Iglesia.
La Iglesia celebra la Solemnidad de Cristo Rey el 21 de noviembre de 2021. Del 12 al 20 de noviembre, los nueve días antes de la Solemnidad, ofrezcamos nuestras oraciones a Cristo Rey por la libertad de la Iglesia.
Que Dios nos dé la gracia de recordar la dignidad de todas las personas.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que los niños que esperan ser colocados en un hogar amoroso y los cuidadores que atienden a esos niños encuentren fuerza y apoyo en la Iglesia.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que el testimonio cristiano ante los ataques a nuestras iglesias convierta los corazones a la fe en Jesucristo.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que los gobiernos respeten las conciencias de todas las personas que cuidan de los enfermos y vulnerables.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que los cristianos de Oriente Medio puedan vivir en paz.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que los cristianos tengan siempre el valor de decir la verdad con amabilidad y claridad.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que se respete la libertad de la Iglesia china y los derechos de todas las minorías religiosas en China.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que las escuelas católicas de nuestro país sean libres de enseñar la verdad sobre Dios y su creación.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén
Que todos los cristianos sirvan a Cristo Rey y den testimonio de su reino.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu reino; hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
Dios te salve, María;
Llena eres de gracia; el Señor es contigo;
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre,
y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén
Señor, Jesucristo, nuestro Rey Soberano
el principio y el fin de todas las cosas.
Has hecho de tu Iglesia un pueblo
que da testimonio de la bondad y belleza de tu reino.
Por tu Espíritu Santo, nos has unido como un solo cuerpo,
llamados a vivir como una familia de Dios.
Llena nuestros corazones de tu gracia,
que estemos cerca de ti
estando cerca de los vulnerables y marginados.
Danos paciencia para compartir las cargas de los demás,
y danos el coraje de ser siempre amigos de la verdad.
Que estemos contigo siempre.
Amén