8
perdón del Señor y debe ser confesado en el Sacramento de la Penitencia
y la Reconciliación. El daño que causa a uno mismo, a sus relaciones, a la
sociedad y al Cuerpo de Cristo necesita curación. La pornografía nunca
puede ser justificada y siempre es mala.
La pornografía no consiste sólo en imágenes visuales (que pueden ser
reales o virtuales, incluyendo las generadas por computadora), sino que
también puede estar en forma escrita o en audio (por ejemplo, ciertas
novelas románticas, literatura erótica, conversaciones telefónicas, redes
sociales, chats de video en línea, etc.). Abarca lo que a veces se distingue
como pornografía “suave” y “dura”. Se trata de una división artificial; toda
la pornografía es dañina y mala, mientras que los efectos sobre una persona
pueden variar dependiendo de la intensidad del contenido. La pornografía
no es arte.
31
Por qué la pornografía es una ofensa contra la
castidad y la dignidad humana
Ver pornografía deliberadamente es un grave
pecado contra la castidad
.
La intimidad sexual y el placer que se deriva de ella son dones de Dios y
deben seguir siendo personales y privados, disfrutados solamente dentro del
lazo sagrado del matrimonio. Esta intimidad no debe ser exhibida o mirada
por ninguna otra persona, incluso si esa persona es el propio cónyuge. El
cuerpo humano tampoco debe ser presentado o tratado de una manera que
lo cosifique sexualmente y lo reduzca a un estimulante erótico. Jesús es
claro en su enseñanza de que la inmoralidad sexual no es sólo una cuestión
de las propias acciones, sino también una cuestión del propio corazón:
“Han oído ustedes que se dijo a los antiguos:
No cometerás adulterio
; pero yo
les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio
con ella en su corazón” (Mt 5:27-28). Independientemente de la relación
entre las partes, mirar a otra persona con lujuria —como sólo un objeto
sexual para disfrutar, controlar y usar— es un pecado. Es una visión
des
or-
denada de la persona, ya que es ordenada hacia el
uso
, como si fuera una
cosa, y no hacia el
amor
, que es lo propio de las personas. Es por esto que la
pornografía nunca puede justificarse, incluso dentro del matrimonio.
32
La pornografía es también un grave
pecado contra la dignidad humana
.
Como dice el
Catecismo
, filmar o tomar fotos de las partes íntimas del
cuerpo o de actos sexuales “atenta gravemente” contra la persona o