Tercera Meta: Conectar A Los Jóvenes Adultos Con La Misión De La Iglesia En El Mundo
Hijos e Hijas de la Luz: Plan Pastoral para el Ministerio con Jóvenes Adultos
12 noviembre, 1996, United States Conference of Catholic Bishops.
Invitar a jóvenes adultos, mediante relaciones saludables, trabajo y
estudios, a abrazar la misión de Cristo de fomentar la construcción del
reino de Dios en el mundo contemporáneo, trayendo por consiguiente la
transformación de la sociedad.
Objetivos
- Formación de una conciencia cristiana: Ayudar a los
jóvenes adultos a formar una conciencia basada en el Evangelio y en las
enseñanzas sociales y morales de la Iglesia.
- Educación y trabajo para la justicia: Brindar
oportunidades educacionales y de servicio a adultos jóvenes para
practicar los valores de paz y justicia del Evangelio y para cuidar a
los menos afortunados en los centros laborales, en el hogar y en la
comunidad local.
- Desarrollo de líderes para el presente y el futuro:
Invitar, capacitar, apoyar y pro-porcionar mentoría a jóvenes adultos
para que sean líderes en la sociedad y en la vida eclesial.
Estrategias para Lograr la Tercera Meta
1. Formando Una Conciencia Cristiana
En la Exhortación Apostólica Post-sinodal sobre los laicos, Christifideles Laici,
Juan Pablo II habla del papel de los laicos como evangelizadores de la
sociedad por medio del hogar y del trabajo. Las comunidades de fe tienen
la responsabilidad de preparar y apoyar al laicado en esta tarea. En
nuestras reuniones con jóvenes adultos, ellos manifestaron su deseo de
conocer más acerca de la Iglesia a fin de poder tomar decisiones morales
sólidas. La formación de la conciencia es uno de los aspectos más
importantes en el ministerio de hoy. Aquí presentamos algunas
estrategias para ayudar a los jóvenes adultos a desarrollar una
conciencia cristiana:
- Ofrezcan programas de educación religiosa para
adultos que relacione asuntos de la vida actual a las enseñanzas y
tradiciones de la Iglesia.
- Presenten seminarios y grupos de diálogo para examinar
la relación entre la fe y el trabajo, lo cual incluiría cuestiones de
ética en los centros de trabajo. Estos se puede llevar a cabo
organizando un desayuno con un orador de la comunidad de negocios o
universidad local o mediante una presentación en un almuerzo ofrecido
para las iglesias del centro de la ciudad.
- Utilizen las homilías y celebraciones sacramentales,
cuando sea apropiado, para hablar sobre el papel de los laicos como
evangelizadores de la sociedad.
- Apoyen y faciliten grupos de estudios bíblicos y grupos pequeños para parejas casadas.
- Apoyen la formación de pequeñas comunidades de fe intergeneracionales y de forma continua.
2. Educar Y Trabajar Para La Justicia
A lo largo de nuestra historia, nosotros, como católicos, hemos sentido el impulso misionero de cuidar a los más desamparados entre nosotros. En 1991, celebramos el centenario de la encíclica Rerum Novarum, un documento clave que trata sobre la justicia social y los centros laborales. La pastoral de justicia y servicio es una acción a favor de los pobres, y también educación. Los programas, homilías y retiros deben educar al pueblo acerca de las exigencias del Evangelio hacia nuestro prójimo. Aquí presentamos algunas sugerencias para la acción:- Estimulen a los jóvenes adultos mediante la
catequesis, homilías y música para que sean justos y para que trabajen
por la paz en sus relaciones con los demás, especialmente en sus
trabajos y en sus comunidades.
- Inviten a jóvenes adultos a hacerse miembros de
los comités de justicia social de la parroquia o ciudad universitaria o
de otras organizaciones de acción social.
- Identifiquen oportunidades para experiencias de inmersión durante las vacaciones o durante descansos académicos.
- Inviten, en forma individual, a jóvenes adultos
por medio de su trabajo o comunidad eclesial, para que rindan servicios
voluntarios en agencias de servicio social.
3. Preparar Líderes Para El Presente Y El Futuro
Una forma clave de formar líderes para el presente y el futuro, tanto para la sociedad como para la Iglesia, es mediante la relación de mentores. Esta es una manera muy importante mediante la cual equipamos a los jóvenes adultos con valores, creencias, ideas y aprendizaje necesarios para alcanzar la madurez cristiana. Los jóvenes adultos se pueden beneficiar con estas relaciones de mentores vinculadas a su carrera y trabajo, especialmente cuando compartimos los valores y la sabiduría que brota de nuestra fe en el Evangelio. A fin de desarro-llar relaciones de mentores, hay que incluir lo siguiente:- Establezcan un comité que conecte a
personas mayores con jóvenes adultos que comparten una misma profesión
para que entablen una relación de mentores.
- Refuercen el papel de liderazgo que cada
cristiano es llamado a desempeñar como ciudadano, mediante la prédica y
momentos catequéticos.
- Formen grupos de oración, diálogo y apoyo para aquellas personas que compartan profesio siones y oficios.
- Pidan a los jóvenes adultos que se
conviertan en mentores de jóvenes de secundaria, y especialmente, de
aquellos que están preparándose para la confirmación y aquellos que son
de otros grupos étnicos, incluyendo a aquellos inmigrantes que necesitan
aprender a triunfar dentro de una cultura nueva y diferente.