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catechetical-sunday-2015-poster-english-spanish-animatedEl trabajo social católico: Actualizando Mateo 25 al servicio de la Iglesia, la sociedad y el mundo

por William Rainford, MSW, Ph.D.
Decano de la Facultad Católica Nacional de Servicio Social
Universidad Católica de América

La profesión del trabajo social tiene más de doscientos años, habiendo comenzado en la primera parte del siglo XIX como una respuesta cristiana, basada en el voluntariado, a problemas sociales demasiado grandes para que los individuos los resolvieran por su propia cuenta (J. R. Vanderwoerd, "Reconsidering Secularization and Recovering Christianity in Social Work History, Social Work and Christianity, 38[3] [2011], 244-266). Sus raíces en el judaísmo y el cristianismo son profundas (W. Trattner, From Poor Law to Welfare State: A History of Social Welfare in America [6th edition] [NY: Simon & Schuster, 1998]). De hecho, sin las enseñanzas judías sobre la caridad y la justicia, que se encuentran en todo el Antiguo Testamento, así como las enseñanzas de Jesús en los Evangelios, el trabajo social como profesión no se habría formado en los Estados Unidos. Hoy en día, los trabajadores sociales católicos, embebidos en las enseñanzas de caridad y justicia de la Biblia, y guiados por la Iglesia a través de su doctrina social, sirven a la sociedad en los Estados Unidos y en todo el planeta.

A lo largo de los antiguos textos de las Escrituras hebreas, el llamado de Dios a la caridad y la justicia para los pobres, huérfanos, viudas y rechazados recordaba a los israelitas que el amor de Dios significaba la atención directa a los más vulnerables de la sociedad (véase, por ejemplo, Dt 26:12), así como cambios en los sistemas económicos y políticos para procurar la equidad en la sociedad (véanse, por ejemplo, Ex 23:10; Lv 25:23). En el Nuevo Testamento, Jesús, en su ministerio, perfeccionó el llamado de Dios para brindar ayuda y protección a los marginados de la sociedad. En ninguna parte es más claro Jesús en su enseñanza sobre el amor y la atención a las personas que han sido rechazadas y descartadas en la sociedad que en Mateo 25:35-40:

"Porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme". Los justos le contestarán entonces: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?". Y el rey les dirá: "Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron".

El trabajo social es una vocación para los católicos en que el llamado de Dios de amar a los pobres y servir a los vulnerables puede vivirse en la ayuda profesional.

¿Qué es el trabajo social?

El trabajo social es la profesión de ayudar. Como profesión, el trabajo social está comprometido, ante todo, con reparar la pobreza y la vulnerabilidad en la sociedad (A. P. Sun, "Perceptions Among Social Work and Non-Social Work Students Concerning Causes of Poverty", Journal of Social Work Education, 37[1] [2001], 161-173). Los trabajadores sociales ayudan a las personas a obtener medios de subsistencia, y ayudan también a las personas a crecer y prosperar hasta hacerse independientes de cualquier sistema de apoyo (R. C. Crouch, "Social Work Defined",Social Work,24[1] [1979], 46-48). Además, los trabajadores sociales ayudan a las personas en la sociedad a sobrevivir, superar y resolver los problemas que estas no tienen la capacidad necesaria para resolver por su cuenta, sin importar su condición económica. En última instancia, el trabajo social es la profesión de ayuda que busca intervenir con y para las personas que son pobres, oprimidas, vulnerables y marginadas debido a dificultades y problemas individuales, así como al entorno en el que viven su vida. Por lo tanto, el trabajo social es también la profesión que busca cambiar el entorno social para que sea más saludable para las personas que reciben ayuda. Es esta dualidad de intervención —con las personas y su entorno— lo que distingue el trabajo social de otras profesiones de ayuda (M. Gibelman, "The Search for Identity: Defining Social Work—Past, Present, Future, Social Work, 44(4) [1999], 298-310).

¿Cómo se educan y forman los trabajadores sociales?

El grado de maestría en trabajo social (MSW) es un curso de dos años para estudiantes que no poseen grado de BSW. Si un estudiante concluye un grado de BSW, el primer año del programa de MSW equivale al último año del grado de BSW; por lo tanto, tal estudiante únicamente debe llevar el segundo año del grado de MSW. Además de aprender todo lo que aprenden los estudiantes de BSW, el estudiante de MSW lleva un programa de estudios en un área de especialización que prepara al estudiante para la práctica con poblaciones específicas o para intervenciones con problemas sociales específicos. Los estudiantes del programa de MSW deben completar cerca de mil horas de pasantía, tanto en el nivel básico de la práctica general del trabajo social como en el nivel avanzado de la práctica especializada.

¿Cómo ayudan los trabajadores sociales?

Los trabajadores sociales son educados y formados profesionalmente para intervenir a los niveles micro (individual), meso (familia, grupo, comunidad) y macro (estado, nación, planeta). Al ayudar, los trabajadores sociales buscan primero identificar las fortalezas y capacidades de los que están siendo ayudados, sean individuos, familias, grupos, instituciones, comunidades o la sociedad misma, y luego hacer crecer esas fortalezas y capacidades hacia un estado saludable de funcionamiento. Aunque en la profesión de trabajo social existen miles de formas de ayudar, que van desde intervenciones directas en entornos clínicos hasta la práctica de la incidencia en entornos políticos, en general, los trabajadores sociales (1) entablan relación con los clientes; (2) evalúan las necesidades, desafíos, fortalezas y capacidades de los clientes; (3) planifican las intervenciones con los clientes; (4) intervienen con los clientes utilizando modelos de práctica; (5) evalúan intervenciones para el éxito o la necesidad de modificación, y (6) terminan las intervenciones cuando los clientes ya no necesitan o no desean ayuda (B. Timberlake, M. Farber y C. Sabatino, The General Method of Social Work Practice: McMahon's Generalist Practice [4th edition] [Boston: Allyn & Bacon, 2002]). Para llevar a cabo con éxito el trabajo que los trabajadores sociales desempeñan con la gente, la confianza, la empatía y la consideración son de suma importancia para el proceso de ayuda. Asimismo, la compasión es una cualidad necesaria, pero no suficiente, que los trabajadores sociales deben poseer. Más bien, los trabajadores sociales deben tener la "capacidad de atender" profesional; es decir, los trabajadores sociales deben participar en el proceso de ayuda sin juicios, prejuicios ni sentimientos de lástima, y acercarse a sus clientes con un profundo respeto por el derecho del individuo a la libre determinación y autonomía.

¿Dónde trabajan los trabajadores sociales?

El trabajo social, con su enfoque en la persona en su entorno, sus intentos de reducir y en última instancia eliminar la pobreza, la vulnerabilidad y la marginación en la sociedad, y sus intervenciones a los niveles micro, meso y macro, ofrece a los trabajadores sociales un sinfín de posibilidades de participar en el proceso de ayuda. Ejemplos a nivel micro son el trabajo social en adopciones, clínicas de salud mental, hospitales, escuelas, refugios para desamparados y agencias de empleo. Los trabajadores sociales dedicados a ayudar al nivel meso trabajan, por ejemplo, en centros de fortalecimiento familiar, agencias comunitarias, agencias gubernamentales locales y organizaciones confesionales. Al nivel macro, los trabajadores sociales intervienen a través de la incidencia, la planificación, la evaluación, el establecimiento de políticas y la formulación de leyes.

¿Qué es el trabajo social católico?

Los trabajadores sociales católicos son únicos y distintos de otros trabajadores sociales en el sentido de que están formados en la tradición intelectual católica y las enseñanzas sociales de la Iglesia. La identidad del "trabajador social católico" es una identidad autoatribuida. No hay ninguna prueba de tornasol o certificación que califique a un trabajador social católico como tal. Más bien, a través de la fe en Jesús y el amor a Dios, y guiados a través del Espíritu Santo, los trabajadores sociales católicos sirven en su profesión en el marco de los valores y la moral católicos. Observando la naturaleza distintivamente católica de los trabajadores sociales católicos, el arzobispo Charles Chaput, en su discurso ante la Asociación Nacional de Trabajo Social Católico, observó:

Ser fiel a la enseñanza católica no es algo opcional para un trabajador social católico. Es básico para su identidad. Tenemos que recordar que la fe católica es mucho más que una lista de qué hacer y no hacer. Implica mucho más que simplemente obedecer un código moral católico, aunque ciertamente incluye eso. La enseñanza católica es parte de una visión mucho más amplia de la persona humana, la dignidad humana y nuestro destino eterno. (21 de junio de 2014, www.cswna.org; versión del traductor)

Principalmente, los trabajadores sociales católicos practican la enseñanza social católica como la identifica la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) en siete temas (véase www.usccb.org/beliefs-and-teachings/what-we-believe/catholic-social-teaching/la-ensenanza-social-catolica.cfm). Para la práctica del trabajo social católico es central la protección de la vida desde la concepción natural hasta la muerte natural. La dignidad humana está estrechamente relacionada con la protección de la vida. Los trabajadores sociales católicos sirven a todas las personas, brindándoles consideración, respeto y compasión. La pobreza, la opresión y la vulnerabilidad son las principales preocupaciones para el trabajador social católico, sobre todo porque la pobreza y la vulnerabilidad son una amenaza directa a la vida y una afrenta a la dignidad humana. Los trabajadores sociales católicos buscan fortalecer las familias, pues las familias son el tejido de una sociedad fuerte. Los trabajadores sociales católicos buscan ayudar a las personas a tener un empleo remunerado, de modo que ganen un salario digno con beneficios de atención médica. Solidariamente, los trabajadores sociales católicos sirven en el extranjero en países subdesarrollados y desgarrados por la violencia, buscando no sólo ayudar al individuo sino también al país a encontrar paz y estabilidad económica.

El llamado al trabajo social católico

El trabajo social católico es una vocación, un ministerio, que sirve a las personas, comunidades, naciones y el mundo. Es un ministerio que emula a Jesús en su papel de siervo. Al igual que la vida religiosa, la vida conyugal y la vida en soltería, el trabajo social católico no es para todos. El trabajo social católico requiere sacrificio de tiempo, talento y tesoro. Es un ministerio exigente que es a la vez gratificante y abrumador. "El amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo" (Papa Benedicto XVI, Encíclica Deus caritas est [w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20051225_deus-caritas-est.html], no. 28). En un mundo en que la violencia, la pobreza, la enfermedad, el prejuicio y la opresión hacen a las personas vulnerables a la miseria, el sufrimiento y la muerte, la necesidad de trabajadores sociales católicos es grande, la profesión es noble, y el trabajo es sagrado.


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