Cómo Edificar una Cultura Vocacional

El Tercer Congreso Continental de las Vocaciones en América del Norte (2002), invitó a un cambio del paradigma en el ministerio de las vocaciones, reemplazando un enfoque de reclutamiento por un proceso a largo plazo, en la cual se puede edificar una cultura vocacional, en la que todos los cristianos tienen la facultad de identificar y responder a la misión a la que él o ella está llamado como un miembro del Cuerpo del Cristo, en y por el mundo.

En las palabras del documento del Congreso, esto significa que "para fomentar una atmósfera en la que los católicos jóvenes están abiertos a una invitación personal para discernir con precisión y abrazar libremente la forma de compromiso permanente en la Iglesia a la que están siendo llamados." (Tercer Congreso Continental de las vocaciones en América del Norte de 2002, p.62)

Para crear esta atmósfera o cultura vocacional, el Congreso sugirió cinco medidas que integran su plan:

  • Orar: para ser santos, para ser convertidos, para adorar
  • Evangelizar: para enseñar, para formar, para catequizar
  • Obtener Experiencia: en el culto, con la comunidad, dando servicio, siendo testigo
  • Ser un Mentor: para acompañar, para guiar, para modelar
  • Invitar: para discernir, para elegir, para comprometerse

Los recursos que aquí se mencionan les ayudarán a implementar estas acciones. Estas son algunas formas en que los directores de la juventud pueden colaborar para edificar una cultura vocacional (véase p.101)

  • Cuando planifiquen los programas para los jóvenes, encuentren oportunidades para revitalizar y nutrir la fe y la renovación espiritual de los jóvenes.
  • Vivan con pasión y convicción su vocación de proclamar el Evangelio invitando a los jóvenes a discernir su propia llamada.
  • Inviten a los religiosos y sacerdotes a estar presentes en el programa y las actividades juveniles.

 

Cortesía de" National Federation for Catholic Youth Ministry"
(Traducido por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos)

El Tercer Congreso Continental de las Vocaciones en América del Norte (2002), invitó a un cambio del paradigma en el ministerio de las vocaciones, reemplazando un enfoque de reclutamiento por un proceso a largo plazo, en la cual se puede edificar una cultura vocacional, en la que todos los cristianos tienen la facultad de identificar y responder a la misión a la que él o ella está llamado como un miembro del Cuerpo del Cristo, en y por el mundo.

En las palabras del documento del Congreso, esto significa que "para fomentar una atmósfera en la que los católicos jóvenes están abiertos a una invitación personal para discernir con precisión y abrazar libremente la forma de compromiso permanente en la Iglesia a la que están siendo llamados." (Tercer Congreso Continental de las vocaciones en América del Norte de 2002, p.62)

Para crear esta atmósfera o cultura vocacional, el Congreso sugirió cinco medidas que integran su plan:

  • Orar: para ser santos, para ser convertidos, para adorar
  • Evangelizar: para enseñar, para formar, para catequizar
  • Obtener Experiencia: en el culto, con la comunidad, dando servicio, siendo testigo
  • Ser un Mentor: para acompañar, para guiar, para modelar
  • Invitar: para discernir, para elegir, para comprometerse

Los recursos que aquí se mencionan les ayudarán a implementar estas acciones. Estas son algunas formas en que los directores de la juventud pueden colaborar para edificar una cultura vocacional (véase p.101)

  • Cuando planifiquen los programas para los jóvenes, encuentren oportunidades para revitalizar y nutrir la fe y la renovación espiritual de los jóvenes.
  • Vivan con pasión y convicción su vocación de proclamar el Evangelio invitando a los jóvenes a discernir su propia llamada.
  • Inviten a los religiosos y sacerdotes a estar presentes en el programa y las actividades juveniles.

 

Cortesía de" National Federation for Catholic Youth Ministry"
(Traducido por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos)