Oficina Episcopal Para Protección De Menores Detalla Qué Escuchan Los Niños En El Programa De Ambientes Seguros
WASHINGTON— Al tiempo que las escuelas se preparan para el lanzamiento de un nuevo año académico, millones de niños se disponen también a aprender conceptos básicos para su propia protección. En las escuelas y parroquias católicas de todo el país, los programas educativos para ambientes seguros prop
WASHINGTON— Al tiempo que las escuelas se preparan para el lanzamiento de un nuevo año académico, millones de niños se disponen también a aprender conceptos básicos para su propia protección. En las escuelas y parroquias católicas de todo el país, los programas educativos para ambientes seguros proporcionan a los niños las habilidades necesarias para protegerse a sí mismos de posibles abusadores. Mary Jane Doerr, directora asociada del Secretariado para la Protección de Niños y Jóvenes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés), ofrece en una lista a continuación algunos de los mensajes que los niños escuchan en los programas para promover ambientes seguros.
- El abuso nunca es culpa del niño, es un punto que los niños deben escuchar una y otra vez. Los abusadores tratan por todos los medios de hacer que los niños se sientan cómplices en el abuso o de culparlos a ellos del abuso. Los niños aprenden que esto no es cierto en ningún caso. La culpa siempre es del adulto que se aprovecha de la confianza y vulnerabilidad de un niño.
- Dios ama siempre a los niños y desea que vivan vidas felices y santas. Si un niño ha sido abusado, ese niño aprende que de cualquier manera él o ella son inocentes y que Dios y sus familias todavía los aman. La vergüenza del abuso sexual de menores debe caer sobre aquel a quien pertenece: el abusador.
- Un abuso cometido debe ser reportado. Los niños aprenden a decirle a su papá o mamá, o a otro adulto en quien confían, si alguien les está haciendo daño y a continuar hablando de ello hasta que les crean. Un estudio muestra que los niños hablan sobre un abuso que les ha sucedido un promedio de nueve veces antes de que alguien les crea. Los padres pueden ayudar a sus hijos a que aprendan en quién pueden confiar señalándoles a adultos que consideran dignos de confianza. Los padres también pueden enseñar a sus hijos los nombres correctos de sus partes privadas. Este sencillo paso dota a los niños del vocabulario para contar a otros lo que les ha pasado.
- Usted puede reconocer un abuso cuando sucede. Los niños aprenden a confiar en ese sentimiento que les dice que algo no está bien y a decírselo a sus padres o a un adulto en quien confían cuando sucede algo que les hace sentir incómodos. Los niños aprenden a cuestionar si alguien que les está diciendo que hagan algo que no les gusta les dice que lo hace porque los ama. Los niños aprenden a decir a sus padres o a un adulto de confianza si otra persona les hace ponerse tristes o sentirse confundidos, o trata de conseguir que rompan las reglas. Esto puede detener el proceso de acercamiento mediante el cual un abusador atrae a un niño hacia el peligro. Un niño que cuestiona el comportamiento inapropiado de otra persona puede enviar un mensaje al posible abusador de que este niño/a no es una presa fácil sino que contará lo que se le está haciendo.
- Hay formas de detectar un proceso de acercamiento indebido. Los posibles abusadores están dispuestos a pasar una gran cantidad de tiempo haciéndose amigos de la familia e incluso de la comunidad para hacerse ver como amigo de confianza de esta familia. Los niños aprenden que cualquier persona que les permite romper las reglas, les da alcohol o les muestra pornografía debe ser reportada a los padres o a otros adultos de confianza. Los niños aprenden que no es bueno ocultar secretos a sus padres. Aprenden que deben decirles a sus padres cuando alguien les da obsequios especiales o siempre les está tocando o haciendo cosquillas y les dice que no lo digan.
- Los padres y otros adultos de confianza hablarán sobre este asunto. Los niños a menudo tratan de proteger a sus padres de las malas noticias, así que necesitan aprender que pueden contar a sus padres cualquier cosa. Esta lección se transmite cuando los padres se involucran en las actividades de sus hijos y hablan con ellos de lo que sucede en su vida. Esta es la forma en que los niños aprenden lo que pueden compartir con sus padres. Los más efectivos programas de ambientes seguros incluyen a los padres en el proceso de aprendizaje. Esto envía a los niños una clara señal de que este tema no es tabú sino que, por el contrario es algo que debe hablarse con miembros de la familia.
- Existen las barreras personales. Aprender a establecer barreras personales puede proteger a un niño y saber que dichas barreras existen refuerza la enseñanza de escuchar a los propios instintos. Los niños que escuchan a esa voz que les dice “presiento que esto no está bien” pueden protegerse a sí mismos.
- Los niños pueden defenderse a sí mismos. Los niños deben ser respetuosos y obedecer, pero al mismo tiempo necesitan saber que hay ocasiones cuando está bien decir “no” a un adulto. Los niños aprenden cuando es apropiado que digan: “No, deje de hacer eso”. Por ejemplo, escuchan que pueden decir no a alguien que los hace sentir incómodos, les muestra pornografía o les ofrece alcohol.
- Hay formas de explicar un comportamiento inapropiado. Los niños aprenden a describir qué está sucediendo cuando alguien está haciendo algo que parece “algo extraño” aunque pueda no parecer incorrecto. La capacidad de articular lo que le ha sucedido, le permite al niño confiárselo más fácilmente sus padres o a un adulto de confianza. Esto puede alertar al adulto de una situación potencialmente peligrosa para que ésta pueda ser evitada. Ultimadamente, este es el objetivo de la educación para ambientes seguros.
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