Obispos católicos, evangélicos luteranos visitan centro de detención en Texas, exhortan al fin de las detenciones familiares
WASHINGTON—Obispos católicos y evangélicos luteranos visitaron a madres jóvenes con sus hijos que han huido de la violencia en sus países y se encuentran recluidos en el Centro de Detención Dilley, en Dilley, Texas.
March 27, 2015
WASHINGTON—Obispos católicos y evangélicos luteranos visitaron a madres jóvenes con sus hijos que han huido de la violencia en sus países y se encuentran recluidos en el Centro de Detención Dilley, en Dilley, Texas. La visita se realizó el 27 de Marzo. Los líderes religiosos hicieron un llamado al gobierno federal a ponerle fin a la práctica de las detenciones familiares, citando los efectos dañinos en las madres, niños y en el carácter moral de la sociedad.
Al Arzobispo Gustavo García-Siller, M.Sp.S.de San Antonio, Texas, cuya arquidiócesis cubre el área de Dilley, también se unieron en la visita Monseñor Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle, y el Obispo James Tamayo de Laredo, Texas. Los obispos Michael Rinehart y Julian Gordy de la Evangelical Lutheran Church in America, también participaron en la visita al centro. Desde el verano pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha detenido a cientos de familias en sus centros de detención en New Mexico, Texas, y Pennsylvania, bajo una nueva política de detención familiar dirigida a familias que huyen de la violencia en Centroamérica.
“Después de esta visita, mi pregunta principal es: ¿Por qué? ¿Por qué se sienten obligados a poner en detención a esos vulnerables individuos –madres jóvenes y traumatizadas que con sus niños han huido de la persecución en sus países de origen?” dijo Monseñor García-Siller tras la visita. “Una gran nación como la nuestra no necesita encarcelar a los más vulnerables en señal de disuasión. El carácter moral de una sociedad es juzgado por como ésta trata a los más vulnerables entre nosotros. Nuestra política de detención familiar es vergonzosa y ruego a los funcionarios electos a que le pongan fin”, agregó.
Monseñor Elizondo, presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), agregó: “La detención de familias no tiene sentido y debilita las garantías legales. Particularmente perjudica a niños que experimentan daños emocionales y psicológicos a raíz de la detención. Dicha política es una mancha en el record de la administración en referencia a la inmigración”.
El Obispo James Tamayo de Laredo, Texas, dijo que existen alternativas a la detención que sean humanitarias y que deberían ser utilizadas para dicha población.
“El gobierno debería considerar alternativas humanitarias a la detención para estas familias, donde ellos puedan vivir en la comunidad y tener acceso a servicios que necesiten, incluso representación legal”, dijo Monseñor Tamayo. “La Iglesia está lista para asistir en este esfuerzo”, agregó.
Informacion sobre la posición de USCCB sobre las detenciones familiares puede encontrarse en: www.usccb.org/about/migration-policy/position-papers/upload/Family-Detention-Paper_Final_-3-19-15-2.pdf
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Etiquetas: Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., USCCB, Comité sobre Migración, Arzobispo Gustavo García-Siller, Obispo Eusebio Elizondo, Obispo James Tamayo, inmigración, Centro de Detención, Dilley, detención familiar, DHS
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Al Arzobispo Gustavo García-Siller, M.Sp.S.de San Antonio, Texas, cuya arquidiócesis cubre el área de Dilley, también se unieron en la visita Monseñor Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle, y el Obispo James Tamayo de Laredo, Texas. Los obispos Michael Rinehart y Julian Gordy de la Evangelical Lutheran Church in America, también participaron en la visita al centro. Desde el verano pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha detenido a cientos de familias en sus centros de detención en New Mexico, Texas, y Pennsylvania, bajo una nueva política de detención familiar dirigida a familias que huyen de la violencia en Centroamérica.
“Después de esta visita, mi pregunta principal es: ¿Por qué? ¿Por qué se sienten obligados a poner en detención a esos vulnerables individuos –madres jóvenes y traumatizadas que con sus niños han huido de la persecución en sus países de origen?” dijo Monseñor García-Siller tras la visita. “Una gran nación como la nuestra no necesita encarcelar a los más vulnerables en señal de disuasión. El carácter moral de una sociedad es juzgado por como ésta trata a los más vulnerables entre nosotros. Nuestra política de detención familiar es vergonzosa y ruego a los funcionarios electos a que le pongan fin”, agregó.
Monseñor Elizondo, presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), agregó: “La detención de familias no tiene sentido y debilita las garantías legales. Particularmente perjudica a niños que experimentan daños emocionales y psicológicos a raíz de la detención. Dicha política es una mancha en el record de la administración en referencia a la inmigración”.
El Obispo James Tamayo de Laredo, Texas, dijo que existen alternativas a la detención que sean humanitarias y que deberían ser utilizadas para dicha población.
“El gobierno debería considerar alternativas humanitarias a la detención para estas familias, donde ellos puedan vivir en la comunidad y tener acceso a servicios que necesiten, incluso representación legal”, dijo Monseñor Tamayo. “La Iglesia está lista para asistir en este esfuerzo”, agregó.
Informacion sobre la posición de USCCB sobre las detenciones familiares puede encontrarse en: www.usccb.org/about/migration-policy/position-papers/upload/Family-Detention-Paper_Final_-3-19-15-2.pdf
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