Declaración del Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos sobre el mensaje Urbi et Orbi del Papa Francisco
El arzobispo José H. Gomez, de Los Angeles, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió hoy la siguiente declaración sobre el mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre.
WASHINGTON - El arzobispo José H. Gomez, de Los Angeles, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió hoy la siguiente declaración sobre el mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre.
La declaración completa del arzobispo Gomez es la siguiente:
“Junto a mis hermanos obispos en Estados Unidos, estoy muy agradecido con el Papa Francisco por el mensaje Urbi et Orbi pronunciado hoy. Nos unimos a él para pedirle a Dios que bendiga al mundo y nos libere de esta pandemia del coronavirus.
“Creo que todos entendemos que hoy fuimos parte de algo histórico, cuando todo el mundo estuvo unido al sucesor de San Pedro, a través de los medios de comunicación, en una oración ante la presencia viviente de Jesucristo en la Santísima Eucaristía.
“Fue un momento impactante y emocionante, y yo insto a mis hermanos Católicos y a todas las personas de buena voluntad, a leer y releer la emotiva meditación del Papa Francisco.
“En su mensaje, el Santo Padre nos recuerda que este tiempo del coronavirus es un llamado al coraje, un llamado a la fe. Y como él dice, la fe no significa simplemente estar de acuerdo con un conjunto de ideas. Fe significa tomar la decisión de confiar nuestras vidas a Jesucristo, seguir su camino, abrazar su cruz.
“El Santo Padre nos dice hoy que esta pandemia es un momento de conversión, un tiempo para que tomemos decisiones sobre lo que realmente importa en nuestras vidas, un tiempo para que cambiemos las prioridades de nuestras sociedades. Es un momento para invocar a Dios y reconocer que no importa cuán avanzada sea nuestra civilización y tecnología, no podemos salvarnos a nosotros mismos. Necesitamos a Dios.
“En estos momentos se están haciendo los santos, el Santo Padre nos dice, señalando el noble heroísmo de la gente común que lleva a cabo sus labores diarias en tiempos extraordinarios,
sirviéndose los unos a los otros con amabilidad y paciencia. ‘Cuanta gente reza, ofrece e intercede por el bien de los demás’, destaca el Santo Padre. ‘Oraciones y servicio en silencio: éstas son nuestras armas ganadoras’.
“Vamos a continuar unidos al Papa Francisco al pedirle a Nuestro Señor, a través de la intercesión de María nuestra Santísima Madre, para que bendiga nuestro mundo y nos dé el coraje de amar y servir a nuestros hermanos y hermanas en estos tiempos de prueba.”
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