Padre Nuestro, te damos gracias por llamar a hombres y mujeres a servir en el Reino de tu Hijo como sacerdotes, diáconos y personas consagradas.
Manda tu Santo Espíritu para ayudar a que otros respondan con generosidad y valentía a tu llamado.
Que nuestra comunidad de fe apoye las vocaciones de amor sacrificial en nuestros jóvenes y jóvenes adultos.
Por nuestro Señor Jesucristo quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amen.
CCLV-Prayer-Card-2014-Spanish.pdf