Esta oración está inspirada por Laudate Deum, la exhortación apostólica del Papa Francisco sobre el cuidado de la creación en seguimiento a Laudato Si'.
Te alabamos, Oh Dios, creador de todas las cosas,
cuyo misterio se revela “en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre”.1
Jesús, tu Hijo, nos enseñó cómo admirar
y contemplar la hermosura de la creación, mientras recorría la tierra.2
Te pedimos, oh Dios, que muevas en nosotros,
una conciencia reverente de nuestros lazos invisibles con todo el mundo creado.
Pedimos humildad—
para recordar que nosotros también somos criaturas y no maestros de la creación.
Pedimos compasión—
para tener ojos y corazones abiertos hacia aquellos forzados a huir de sus hogares debido al aumento del nivel del mar y sequías.
Pedimos arrepentimiento—
para que nuestra sed de poder y dominio sea transformada en servicio.
Pedimos sencillez—
y la voluntad de apartarnos de nuestra codicia, el cual impacta aquellos más vulnerables en todo lugar.
Pedimos conversión cultural—
para que podamos simplificar nuestros estilos de vida, reduciendo la contaminación y el desperdicio, ejercitando prudencia en nuestras decisiones.
Pedimos cambios de políticas—
que como nación y como mundo podamos trabajar juntos para revertir el curso del cambio climático.
Nos duele el corazón al reflexionar:
“El mundo canta sobre un Amor infinito, ¿cómo no cuidarlo?”3
Te alabamos, oh Dios,
confiados en que obras en nuestros corazones y con nuestras acciones, para que podamos cuidar mejor de nuestra casa común.
Amén.
1 Laudate Deum n. 65, citando Laudato Si’, n. 233.
2 Laudate Deum, n. 64, citando Laudato Si’, n. 97.
3 Laudate Deum, n. 65.