Dios y Padre bueno,
que amas personalmente a cada uno de tus hijos e hijas sin importar si permanecen en su tierra o si tienen que salir de ella.
Te damos gracias porque nos permites reconocernos como Familia y Pueblo tuyo.
Te agradecemos porque nos iluminas, nos alientas y nos alimentas con tu Palabra.
Te pedimos por aquellos que sufren a causa del hambre, la injusticia, el cambio climático y la pobreza, para que juntos encontremos soluciones adecuadas para salir adelante.
Te pedimos por nuestros países, para que juntos encontremos caminos viables para la cooperación internacional y el auténtico desarrollo humano.
Te pedimos por nuestra Iglesia, para que sepamos ser hermanos y hermanas de todos, con corazón humilde y dispuesto para acoger, proteger, promover e integrar a quienes nos llaman a la puerta.
Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Señor, a quien arropamos en nuestros hermanos y hermanas, que vive y reina, por los siglos de los siglos.
Amén.
Esta oración fue escrita por Luis Donaldo González. Usada con permiso.
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