San Juan Diego, nuestro primer santo de las Américas, ruega por nosotros.
Le pedimos a Dios, nuestro Padreque derrame la protección amorosa de su espíritu sobre todos los inmigrantes, poniendo especial atención en aquellos que necesitan ayuda, que están aislados o separados de sus tierras natales, sea por elección o por necesidad.
San Juan Diego, intercede por aquellos que han sido separados de sus familias en la búsqueda de trabajo, para que puedan volver a reunirse esposos con esposas, y padres con hijos.
Así como la Virgen de Guadalupe te prometió sus oraciones compasivas por los pobres de México, ahora alza tu ruego misericordiosopor los inmigrantes, mujeres y niñosquienes son particularmente vulnerables a los peligros del tráfico co humano. Búscales la protección sobre todo mal.
Que nosotros, O Bendito Juan Diego, recibamos por medio de tus ruegos, la gracia de recibir con amor en nuestro país a todos los inmigrantes que buscan en nuestras parroquias y comunidades un hogar.
Te pedimos que unas tus ruegos a los de Nuestra Señora que se te apareció como Madre tuya y Madre de todos en nuestra tierra.
Que ella envuelva en su manto protector a todos los inmigrantes.
Rogamos su amor, compasión, ayuda y protección para todos los inmigrantes que hoy pasan grandes sufrimientos, dolores, necesidades y desgracias.
En el poder que compartes con Cristoy en la unión del Espíritu Santo, decimos: Amén.
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