Abrir el corazóna la vida (In English)

Mary McClusky

30 de agosto de 2013

"¿Tienes hijos?", preguntó mi colega al ver una vieja foto familiar en la que estoy rodeada de sobrinos y sobrinas. Él me estaba ayudando a mudar a una nueva oficina pero mi mente se centraba en las muchas otras tareas que debía realizar. Luego mencionó que con su esposa adoptaron gemelos de Guatemala. Sin embargo, estaba distraída y solo respondí: "eso es fantástico", en vez de seguir la conversación.

Al concentrarme en cómo promover el tema de este año del programa Respetemos la Vida, "Abre tu corazón a la vida", comprendí mi error. La frase, tomada del Papa Francisco, nos recuerda que la cultura de la muerte comienza con una cultura del rechazo. De maneras aparentemente triviales, solemos anteponer nuestros deseos a las necesidades de los demás. Había antepuesto mi lista de tareas por hacer al deseo de mi colega de compartir los detalles de la adopción de sus hijos. Como dijo recientemente el Papa Francisco: "Todos debemos cuidar la vida, acariciar la vida, [con] ternura, calidez... dar la vida es abrir el corazón, cuidar la vida es deshilvanarse en la ternura y la calidez hacia los otros, preocupar mi corazón por los otros". Cristo nos llama a abrir el corazón, sacrificar nuestros propios deseos y amar al prójimo con generosidad y misericordia.

Después de comprender que mi apresurada respuesta no reflejaba dicho llamado, me acerqué a mi colega y le pedí que me contara sobre su familia y la adopción. Escuché atentamente mientras describió el sufrimiento del embarazo ectópico de su esposa y cómo eligieron adoptar en vez de la inaceptable opción que les ofreció su médico: la fertilización in vitro. Los cónyuges debieron realizar cientos de trámites y recibieron visitas de jefes de bomberos y trabajadores sociales. Incluso después de obtener el visto bueno para la adopción, había gran incertidumbre. Aceptaron los riesgos asociados a no conocer el pasado de los padres biológicos de sus hijos y el desafío de aceptar que una adopción puede tomar solo algunos meses o muchos años.

Al llenar los formularios, los cónyuges expresaron su acuerdo en aceptar a más de un niño, incluyendo la posibilidad de que fueran hermanos. La agencia de adopción les dijo que nunca habían tenido gemelos de Guatemala porque generalmente no sobreviven, por lo que les sorprendió mucho recibir unos meses después una llamada diciendo que habían sido elegidos para adoptar a gemelos. En febrero del año siguiente, viajaron a Guatemala a conocer a sus hijos y llevarlos a casa. "Fue asombroso. Éramos una familia", dijo mi colega. "El proceso de adopción fue un desafío, pero valió la pena", explicó.

Abrir el corazón a la vida significa amar a quienes Dios pone en nuestro camino, incluso aunque parezca inoportuno o nos tome tiempo. Escuchar el relato de mi colega lo ayudó a sentirse apoyado y yo gané mucho de la experiencia. Aprendí más sobre el proceso de adopción y creció mi deseo de abogar por la adopción. Y al amar a la persona que tenía frente a mí en ese momento, mi corazón se abrió más plenamente al plan que Dios tiene para la vida.

Cada día nos ofrece muchas oportunidades para reflejar el amor de Cristo por los demás. Que al celebrar este octubre el Mes Respetemos la Vida recordemos abrir el corazón a cada persona que Dios pone en nuestro camino, amarla y rezar por ella con el corazón abierto.

Para más información sobre cómo participar de la celebración del Mes Respetemos la Vida, póngase en contacto con la oficina pro vida de su diócesis o visite www.usccb.org/respectlife.

_______________________________________________________________________

Mary McClusky es directora adjunta de educación y difusión del Secretariado de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Para más información sobre las actividades pro vida de los obispos, visite www.usccb.org/prolife.

Únase a los obispos en su llamado a la oración y al ayuno por la Vida, el Matrimonio y la Libertad Religiosa. Visite www.usccb.org/pray o envíe el mensaje de texto "FAST" al 99000. ¡Únase al movimiento!