Apoyar a Ambas Víctimas De LaViolación (In English)

Richard M. Doerflinger

19 de julio de 2013

Algunos dicen que el aborto es un "tema intocable" en el debate público estadounidense, ya que daña a cualquiera que lo toque. Hablar sobre el aborto en casos de violación implica un riesgo extremo. La violación es algo tan abominable, y el trauma de la víctima exige tan claramente nuestra compasión, que hablar sobre el tema con calma se percibe como algo perjudicial. Pero algunas noticias que tocan el tema, enredadas con diversos objetivos políticos, se encuentran en las antípodas de la calma. El debate público se beneficiaría si se incluyeran ciertos hechos.

El primer hecho, afirmado por las normas éticas de los obispos de Estados Unidos en lo relativo a los cuidados de salud católicos, es que toda mujer que ha sido víctima del abuso sexual merece nuestro cuidado compasivo y comprensivo, incluyendo el apoyo psicológico y espiritual así como el médico. La Iglesia, en especial, debe ser un lugar de ayuda y sanación para la mujer que atraviesa esta grave situación, así como para todas las víctimas de la violencia.

El segundo hecho es que todo niño concebido en una violación es, al igual que su madre, una víctima inocente. Dicho niño también tiene derecho a la vida, y destruir al niño no castiga al violador ni pone fin al trauma de la madre. No hay evidencia alguna de que las mujeres que abortan a sus hijos en estas circunstancias se recuperen mejor psicológicamente que las mujeres que dan a luz. Dar a luz, ya sea para criar al niño o entregarlo en adopción, requiere valentía y el apoyo de familiares, de amigos y de la sociedad. Aquí también la Iglesia y sus ministerios sociales pueden jugar un papel importante.

El año pasado un grupo de mujeres que quedaron embarazadas a raíz de una violación elevaron una petición, solicitando a los legisladores que apoyan el aborto que dejen de decir que hablan por ellas. Las mujeres que se realizaron un aborto dijeron: "Para muchas, el aborto causó un trauma físico y emocional igual o mayor que el trauma del abuso sexual que el aborto supuestamente 'curaría'".

El tercer hecho es que el embarazo y el aborto después de una violación representan casos "escasos". En un estudio de 2005 realizado por el Instituto Guttmacher, el antiguo centro de investigación de Planned Parenthood, el 1% de las mujeres que se habían realizado abortos citaron la violación como una razón. Pero, sorprendentemente, solo la mitad de dichas mujeres dijeron que la violación fue la "razón más importante" para realizarse el aborto. En 2006 el Center for American Progress, que está a favor del aborto, se quejó de que desde el Congreso pasó la enmienda Hyde –limitando los fondos federales para el aborto a casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre– la cantidad de abortos financiados había disminuido de 300,000 por año a "prácticamente cero".

Una violación ya es demasiado. Pero si la violación es solo una pequeña parte del tema del aborto, y dichos abortos ya están permitidos e incluso son financiados por leyes federales, ¿por qué recibe tanta atención? Una respuesta es que los defensores del aborto consideran que es un punto débil de la posición pro vida. Desean que los estadounidenses se centren en este punto y dejen de lado los demás, incluyendo el 99% de los abortos, que estos defensores apoyan y a los que la mayoría de los estadounidenses se opone.

Pero así es la política, no la realidad, y es un abuso inescrupuloso de las mujeres que han sufrido profundamente a raíz de la violencia sexual. O como dijeron las mujeres mencionadas anteriormente: "Así como una vez abusaron de nosotras, sin nuestro consentimiento, para satisfacer deseos sexuales; seguimos siendo abusadas, sin nuestro consentimiento, para satisfacer fines políticos". Las mujeres que han sufrido esta pesadilla, al igual que sus hijos, merecen más.


Richard Doerflinger es subdirector del Secretariado de Actividades Pro-Vida Conferencia de Obispos Católicos. Para más información sobre las actividades pro vida de los obispos, visite www.usccb.org/about/pro-life-activities/. (La petición que se menciona en este texto se encuentra en www.theunchoice.com/pdf/OnePageFactSheets/HardCasesPetition.pdf.)