Reza para que los gobiernos fortalezcan la capacidad de los padres para dirigir la educación de sus hijos.

Reflexiona
Una de las áreas de preocupación de más larga data para la Iglesia Católica en los Estados Unidos ha sido el derecho de los padres de dirigir la educación de sus hijos. Las Enmiendas Blaine, disposiciones en las leyes estatales que impiden que las instituciones religiosas reciban fondos públicos, se crearon en un momento de alto sentimiento anticatólico y antiinmigrante y buscaban contrarrestar los esfuerzos de los católicos para dar a sus hijos una educación católica cuando las escuelas públicas eran esencialmente protestantes.  La Iglesia Católica lo deja en claro: los padres tienen el derecho de dirigir la educación de sus hijos. Eso puede significar algo tan simple como permitir que los padres opten por no recibir instrucción que esté en contra de sus creencias religiosas. Este derecho también puede implicar que el gobierno proporcione a los padres los medios para educar a sus hijos de acuerdo con su religión. La negativa a proporcionar apoyo económico público a las escuelas no públicas que necesitan asistencia y que prestan un servicio a la sociedad civil debe considerarse una injusticia. “Cuando el Estado reivindica el monopolio escolar, va más allá de sus derechos y conculca la justicia. . . . El Estado no puede, sin cometer injusticia, limitarse a tolerar las escuelas llamadas privadas. Éstas presentan un servicio público y tienen, por consiguiente, el derecho a ser ayudadas económicamente” (Compendium, 241).

Actúa
La Secretaría de Educación Católica de la USCCB lidera en la defensa de los derechos de los padres de tomar decisiones auténticamente libres con respecto a la educación de sus hijos. El próximo año, la Secretaría participará en iniciativas para promover políticas fuertes de elección de escuelas. Participa suscribiéndote a Catholic Ed Monthly, el boletín de la Secretaría de Educación Católica.