Los altos costos del control de la natalidad “gratuito”

Richard M. Doerflinger

28 de julio de 2011

El 21 de julio, el sitio de noticias sobre salud Natural Society publicó estos titulares de último momento: "Píldora anticonceptiva más reciente vinculada a mayor riesgo de coágulos sanguíneos"; "Control de natalidad aumenta riesgo de contraer y trasmitir VIH"; y finalmente "Panel médico impulsa control de la natalidad gratuito para mujeres".Mmm, nos podríamos preguntar: ¿quién estaba en ese panel médico? ¿Dr. Kevorkian? Pero no, fue el Instituto de Medicina (IOM), aconsejando al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) sobre "servicios preventivos para mujeres" obligatorios en prácticamente todos los planes de salud privados conforme a la nueva ley de reforma al sistema de salud.

HHS dice que delegó esta tarea al IOM para que la gente viera el resultado basado en la "ciencia" y no en la política. Pero el informe del IOM parece basarse menos en la ciencia que en la ideología de los autores que comparten la opinión de Planned Parenthood sobre el sexo y la procreación, muchos de ellos miembros de las juntas directivas de las afiliadas de PP y otras organizaciones pro aborto. El informe dice que la mejora en el acceso a los anticonceptivos reducirá los abortos, aunque existen amplias pruebas contra esa afirmación. De hecho, el panel recomienda que los planes de salud tienen que cubrir todas las drogas aprobadas por el FDA como anticonceptivos recetados, incluso el recientemente aprobado "anticonceptivo de emergencia" llamado Ella, que al igual que la RU-486 puede causar el aborto en un embarazo de algunas semanas. Cuando se les preguntó sobre una excepción de conciencia para quienes encuentren objeciones morales o religiosas a esta medida, un portavoz de IOM dijo que no era tarea del panel tomar en cuenta los "sentimientos" personales de otras personas. Muchos temen que el HHS asuma el mismo enfoque.

Los medios de noticias seculares –Time, U.S. News, USA Today, L.A. Times– obedientemente repitieron el mensaje de las relaciones públicas del panel que está ofreciendo control de la natalidad "gratuito" para las mujeres. Ese mensaje no tiene sentido. Actualmente las mujeres que desean cobertura para el control de la natalidad la incluyen en sus primas, y a veces también tienen con un copago o es un gasto de bolsillo. Según la nueva ley, aun lo pagarán ellas, pero el costo estaría escondido en la prima total, y todos los demás, incluso las iglesias y otros empleadores religiosos como también los católicos, estarían obligados a pagarla en sus primas, y causarían que pagos obligatorios por parte de quienes objetan a esta medida hagan que la cobertura del control de la natalidad sea más económica para quienes la desean.

¿Y en cuanto al "costo" en la vida de las mujeres por esos coágulos sanguíneos y casos de sida? Los investigadores han estado al tanto de ambos problemas desde hace años. En el año 2005, por ejemplo, un estudio financiado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos observó: "El vínculo positivo entre el uso de la píldora y la infección de VIH fue... apoyado por un meta análisis de 28 estudios, incluidos siete estudios prospectivos". A la mayoría de las mujeres de EE. UU. no se les informó esto. Irónicamente, otros "servicios preventivos" que recomienda el IOM incluyen el rastreo de enfermedades de transmisión sexual. ¿Pero por qué se ordenaría algo que puede causar lo que otros servicios en su lista intentan prevenir?

El otro gran "costo", por supuesto, es el costo de la libertad religiosa y el respeto a la conciencia. Aunque no está sola en su opinión, la Iglesia Católica desde hace mucho tiempo ha sido profética y contracultural en su advertencia de que la anticoncepción artificial y la esterilización no mejoran el bienestar de la mujer. Por supuesto, a ningún estadounidense se le exige por ley aceptar esa enseñanza. ¿Pero debería el gobierno, en nombre de todos los estadounidenses obligar incluso a las instituciones de la Iglesia a actuar conforme a la visión opuesta, cuando la evidencia que apoya el mensaje de la Iglesia es más fuerte que nunca?


Richard M. Doerflinger es el subdirector del Secretariado de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.Para más información sobre las actividades pro-vida de los obispos, visite www.usccb.org/prolife.